Margarita González (@margaflamenca) tiene un rico bagaje en el sector de la moda. Tanto como para hacerle, para su firma de flamenca Callejuela, un homenaje a la cerámica azul cobalto de Triana, en una colección de complementos que lleva precisamente el nombre de este señero barrio de Sevilla. Complementos para vestirte de flamenca o para llenarte de luz y estilo en cualquier época del año y con cualquier prenda. La artesanía es el lujo del siglo XXI y artesanas son estas piezas que dan vida a pendientes, peinetas, peinecillos, horquillas, pulseras, broches y brazaletes. Estefanía García Pérez de Guzmán (@estefaniagpdeg) los luce hoy para telademoda.
«Me gusta hablar con las personas mayores y aprender de su sabiduría, esa que te regalan junto con su tiempo. Una señora que había trabajado en la cerámica de Triana me contó que las piezas en azul cobalto son el resultado de una técnica que sólo se hace aquí. Así que me lancé a crear esta colección trabajada en algunas piezas con resina y barro y en otras con dos tipos de resina para endurecer la pieza y así preservarla de golpes y roces. Algunas ya las he creado con la pátina del tiempo y la verdad es que están teniendo mucho éxito entre mi clientela. Pueden usarse como complemento para el traje de flamenca, pero menos los peinecillos y las peinetas, que son más específicos, el resto de diseños son para cualquier ocasión».
«En las imágenes, Estefanía los lleva con una blusa de fantasía blanca de torero y el mantoncillo, también de mi cosecha, es un centro de bordado. Si serán importantes los complementos que pueden salvar un traje de flamenca mediocre. Con una camisa blanca y un pantalón negro, una pieza bien escogida realza el conjunto. Pero también puede suceder lo contrario. Un complemento mal elegido destruye la imagen. Te cargas la estética. Siempre he evitado la masificación en mis colecciones. Triana es una serie limitada, si la masifico pierde todo su encanto. Yo le ofrezco al público una pieza artesana a un precio razonable. Las pueden adquirir contactando conmigo a través de mi cuenta de Instagram @margaflamenca, además de en los mercadillos de Sotogrande, Sanlúcar de Barrameda, Costa Ballena y en el del Parque de María Luisa de Sevilla».
Margarita González es una entendida en tejidos, en hechuras y en costura a medida. Dos años antes de la Expo 92 se lanzó al ruedo de la moda y son famosos por sus excelentes acabadados no sólo sus trajes de flamenca, sino sus marselleses, sus trajes de amazona y su fuerte, la ropa de campo. En la actualidad, sólo cose a medida prendas realizadas con tejidos de alta calidad. «El Covid ha traído muchas desgracias, pero ha revivido la filosofía de mirar con lupa los precios y de ser exigentes con la confección. El traje de flamenca y los complementos han vuelto a su ser, muy lejos de las excentricidades que se hacían en otra época. Afortunadamente, esas tendencias no han cuajado. La gente ve lo que se exhibe en la pasarela y luego se pone el talle donde más le favorece».
«El traje de flamenca ha sido favorecedor desde siempre. Lo de toda la vida está más que inventado y no tiene nada que ver con esa cantidad de diseños que se asemejan más a los trajes de manolas que a los de gitana. No son cómodos ni mucho menos estéticos. No hay que perder la esencia, porque no tenemos derecho a cambiarla ni a volver como un calcetín una prenda que ha hecho historia en la moda. Esto no significa que en su ya larga trayectoria no haya habido mejoras en su confección. Las telas son más livianas, menos rígidas y más adaptadas a la forma de vida actual. Esa es su verdadera evolución, la evolución de un traje muy femenino y favorecedor. Pero transformar su esencia no conduce a ninguna parte».