Palabra de Pierre Cardin

Pierre Cardin me fascina. Es un tipo que pone vida a sus años y ¡menuda vida! No para de crear, de inventar mil y una historias para no dejar su actividad colgada de la jubilación por imperativo legal. A sus 94 años, camino de los 95, ha presentado, en el marco de la 080  Barcelona Fashion, su última producción teatral, el drama musical Dorian Gray, basado en una de las obras más conocida de Oscar Wilde.

 

 

Aunque mucha gente lo ignore, Pierre Cardin es un revolucionario. Fue un innovador en aquellos años sesenta tan recordados e imitados. “La técnica de esa época fue muy importante para desarrollar la tecnología que tenemos hoy. Sólo Courrèges y yo tuvimos el valor de hacer una moda que rompió la moda. Se podría decir que fuimos modernos”. Una modernidad de la que a sus años hace todavía gala.

 

 

Creador de la moda unisex y del prêt-à-porter, motivo por el que fue expulsado de la Cámara Sindical de la Alta Costura de París. Era el año 1959, anda que no ha llovido nada, pero más tarde regresó. Regresó porque, entre otras cosas, fue el primero en llevar la alta costura a Japón y el primero en hacer licencias de su firma, con lo que hoy podemos encontrar bajo su sello perfumes, joyería, relojes y hasta muebles.

 

Si se fijan bien lo podrán encontrar en alguna de las salas del Museo del Prado de Madrid, absorto en un cuadro y a la vez ideando uno de sus nuevos inventos. Porque este hombre, que tiene en su haber un chaparrón de premios e incluso la medalla de la Legión de Honor francesa, suele decir que “a fuerza de voluntad y trabajo he creado un imperio global donde puedo beber, comer, dormir y vestirme”.

 

 

«Vivimos en un desorden, donde la gente copia y falsifica. Hay paro y se impone la moda de lo pobre, de las rodillas rasgadas, incluso entre los ricos. Los diseñadores estamos creando esta nueva estética. Nos quejamos y en cambio somos nosotros los creadores. Claro que no esperemos que los políticos creen empleo», dice el propietario del restaurante Maxim’s de París, con sedes en distintas ciudades del mundo.

 

 

Dicen que la contribución más reconocida a la cultura pop y a la moda en la pantalla fue en la serie televisiva «Los vengadores». En 1963, el sastre de los Beatles adaptó para ellos un diseño de Cardin de americana sin cuello. Quizás por eso cuando llegó la hora de preparar el vestuario de la popular serie llamaron a Cardin, el genio francés nacido en Italia, para convertir a John Steed en uno de los mejores vestido de la TV.