Vamos por partes. Me encantan los complementos de Salvatore Ferragamo, principalmente los zapatos, que es el origen de la firma. Pero también los bolsos, los cinturones y, por supuesto, sus colecciones. Unas más que otras, que no todo va a ser decir amén. En esta ocasión el director creativo de la firma, Massimiliano Giornetti, se ha lucido con su Esplendor de la vida, Lo Splendore Della Vita, la colección de esta primavera-verano.
Ferragamo, de nombre Salvatore, nació en 1898, en Bonito, un pueblo cercano a Nápoles. Desde niño empezó su aprendizaje con un fabricante de zapatos, para, una vez demostrada su pericia al realizar el calzado de Primera Comunión de su hermana, emigrar a California con sólo 16 años. Con el tiempo se haría proveedor de zapatos de una compañía de cine. Así empezó la historia de una firma que sigue cosechando éxitos.
En el origen de la marca, pero sobre todo en la filosofía de su creador, está la inspiración de Lo Splendore Della Vita, un concepto de campaña publicitaria basado en el credo que acompañó toda la vida al fundador. Ese que dice que «no hay límite para la belleza o la búsqueda de la perfección». Efectivamente, Ferragamo nunca puso coto a explorar sobre la estética, preferentemente una vez instalado en Hollywood, en 1923.
Ferragamo calzó a Audrey Hepburn, Lauren Bacall, Silvana Mangano o Greta Garbo. Claro que las sandalias que Marilyn Monroe dejaba al aire, junto a otras partes de su anatomía, en la famosa escena de “La tentación vive arriba”, llevaban la firma del zapatero italiano. Cuando murió en 1960 dejó un importante legado en la moda: Veinte mil estilos y trescientas cincuenta patentes registradas.
Ahora ese legado se hace evidente en esta campaña, tanto impresa como digital, que representa la vida intemporal del trotamundos sofisticado; o sea, con parné. La lujosa búsqueda del placer y el deleite, donde el mar y la ciudad son las fuentes de esa dolce vita, evocan el viaje que Salvatore Ferragamo realizó desde el sur de Italia hacia el «glamour», el brillo del Hollywood de los años veinte.
Craig McDean es el fotógrafo responsable de estas maravillosas imágenes, donde la sensualidad y la vida muelle del estío están perfectamente interpretadas con las prendas y complementos de la colección. Theo Stanley es el director de la película digital que retrata el alegre juego del escondite, establecido en el relajante escenario de una villa costera. O sea, qué bello es vivir… cuando se puede.
1 comentario
la colección es impresionante.
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