Igor (http://www.igorshop.es) es una firma española. Sí, a pesar de ese nombre que nos evoca, un poner, las estepas siberianas. Y es española desde su nacimiento en el año 1974. Desde que empezó a diseñar, fabricar y comercializar (sí, todo eso, de corrido) sus colecciones de botas de agua, cangrejeras y sandalias para niños. Colecciones que andando el tiempo (nunca mejor dicho) se han ampliado a los mayores, para que madres y prole marquen el mismo paso.
Una firma española que, evidentemente, está deseando que llueva. Que caigan chuzos de punta, no sólo porque el verano ha sido caluroso hasta la extenuación, sino para que los chavales hagan de las suyas con los nuevos diseños de botas de agua que han lanzado al mercado. Desde Almoradí, en Alicante, Igor es una especie de rey mago dispuesto a contentar los gustos de cada niño, incluidos los de sus madres. Cuestión difícil, a veces.
La nueva colección de Igor viene dispuesta a que la lluvia sea un juego de niños. Todos bien equipados para ir al colegio de charco en charco. Porque hay donde elegir, botas ecuestres, náuticas y botines, realizados en alegres y chispeantes charoles, innovadores tejidos «jeans» y con delicados lazos de raso. Desde el modelo de batalla hasta ese que le gustan tanto a las niñas y que incluso se los ponen para ir a las fiestas de cumpleaños.
Para los consumidores habituales de Igor, que haberlos haylos a manojitos, los modelos Pipo, Splash, Tritón, Piter, Campera o Carla amplían su línea con nuevos y desenfadados estampados, así como con detalles que marcan la diferencia. Aquí hay que decir que una bota Igor se ve a la legua. Pero sobre todo habrá colorido. Fucsia, rosa, morado, amarillo, verde, rojo, berenjena, beis, burdeos, gris y los clásicos negro y azul marino.
Pero las novedades continúan porque el botín tipo «chelsie», el Urban, llega no sólo en su versión básica -muy cómodo, lo sé por experiencia, porque también forma parte de la colección de mayores-, sino que este otoño se puede encontrar con detalles «strass» o con los inmortales lunares. Los colores irán desde los más clásicos y formales, como el negro, el marino y el marrón, hasta los atrevidos verdes, rojos y burdeos.
Este despliegue otoñal también incluye las nuevas versiones del modelo Splash. Una, la Tricolor, que combina el marino con el azul y el rojo y el marrón con verde y azul. El Splash Cole es el más divertido, en azul marino, con cordón ajustable, para chapotear sin preocupaciones. La guinda la pone el modelo Pipo Print, con un estampado floral muy sutil en marino, gris y marrón y Carla combinado, en versión bicolor en verde, marrón, burdeos y «jeans». ¿A que hay dónde elegir?
2 comentarios
Buenos días 2 Mil Monos. Muchas gracias por tu comentario y por la manera tan sutil de indicarnos que tu marca existe. Ya sabes, cuando quieras puedes sumarte a las numerosas firmas que confían en telademoda.com.
¡Qué bonita es la llueva! Y qué bien se lo pasan los niños cuando llueve :). Eso sí, es importante el calzado y la ropa y las marcas cada vez hacen cosas más chulas.
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