«Vestir de negro me da todo el protagonismo», decía el otro día Raphael en una entrevista en SModa. Y llevaba razón, porque Coco Chanel, y ahí vamos, aconsejaba a las mujeres: «Si quieres que te vean en una fiesta, vístete de negro». Será por vestirnos de negro, el color más socorrido del armario; el que tiene más puestas. Me gusta esta frase, que ha vuelto a ponerse en circulación porque el lenguaje también es un reflejo de la sociedad de cada momento. Decir Chanel es decir lujo refinado, muy alejado de la ostentación. Y decir perfumes Chanel es apostar por envolverte en la marca sin tener que pedir un crédito. Coco Noir es el no va más de la sofisticación, una sofisticación sin alharacas, selecta, y sin dar cuartos al pregonero, como es la sofisticación bien entendida.
Creada, como sus antecesoras, Coco y Coco Mademoiselle, por el «nariz» Jacques Polge, vuelve a ser noticia por haber lanzado la posibilidad de que su aroma perdure con el ritual del baño. Gel espumoso para la ducha y emulsión hidratante para el cuerpo, la mejor manera de prolongar el perfume y de no distorsionar sus notas, al mezclarlo con las de otros productos de diferentes fragancias. Me gustan también los envases, tanto el clásico, a imagen y semejanza de los perfumes estrella de la Casa, como el vaporizador actual, tan práctico para depositarlo en el fondo -todo va al fondo- de esos bolsos con capacidad y contenido sorprendentes que llevamos las mujeres. Coco Noir es, dice la nota de prensa, un oriental moderno que revela poco a poco su secreto. El negro acrecienta su enigma y lo pone en la cima de la elegancia clásica, la que no necesita empacharse de adornos para destacar. La bergamota es la nota protagonista, que se alía con un corazón floral de rosa, además de hoja de geranio rosa. Pero el pachulí y el haba tonka, son las encargadas de imprimir ese marchamo de estela oriental, que aumenta el misterio de una esencia, cuya presencia ya te invita a conocerla.
2 comentarios
¡Hola,Clara! Parece que últimamente las mujeres piden más intensidad en los perfumes. Notas orientales como el pachuli… Me pregunto por qué. ¿Quizá porque en la ciudad y con la contaminación el olfato necesita algo más potente? ¿Qué opinas?
Un abrazo,
Dolors Massot
Me gusta mucho como lo describes, cuando vaya a la
perfumería podré sentir aquello que dicen tus palabras.
Gracias por hacer mis ratos agradables y que la lectura sea
mágica.
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