La artesanía es el lujo del siglo XXI. Lo han dicho los gurús de la moda y de la economía y es cierto. Por eso me alegro que el decano de los sastres de Sevilla, Fernando Rodríguez Ávila, Ávila para sus clientes, sea el autor del traje de maestrante con el que se casará este sábado, en la iglesia del Salvador de Sevilla, Fernando Solís Tello. Un traje que, como todo lo hecho a mano además de tener un valor incalculable (recuerden lo que dijo el poeta sobre valor y precio) tiene un peluseo, como dicen por estas tierras. Peluseo quiere decir que tiene muchas puntadas y un trabajo de muchos días y muchas noches. He visto el traje de maestrante en el taller de Ávila, en la calle Sauceda, 3, y tiene el señorío propio que este alfayate, que cuenta, entre otros galardones, con la Medalla de la Ciudad, le da a todas sus prendas. Fernando Solís Tello, nieto del marqués de la Motilla, es uno de los cuatro hijos que Carmen Tello, actual esposa del torero retirado Curro Romero, tuvo con Miguel Solís. Mientras, en otro taller, en el de Victorio&Lucchino, se dan los últimos toques al vestido que lucirá la madre y madrina del novio. Como verán, todo, afortunadamente, made in Sevilla.
Vamos por partes. ¿Y qué es un maestrante?, se preguntarán muchos de ustedes, hipotéticos lectores. Pues cada uno de los caballeros de que se compone la Maestranza, una corporación nobiliaria que tomó a su cargo, en el aspecto castrense, algunos de los cometidos de las antiguas órdenes de caballería, aunque en la actualidad carecen de alcance militar. Este atuendo, al que el Padre Coloma tildara de pintoresco, fue el mismo que luciera Cayetano Martínez de Irujo cuando ejerció de padrino en la boda de su hermana Eugenia con el torero Francisco Rivera, y después en su enlace con Genoveva Casanova.
Su autor fue también el sastre Ávila. Proveniente de una familia de alfayates, fue presidente del Gremio de Maestros Sastres de Sevilla y su provincia durante diecisiete años en distintas etapas. En aquel momento afirmó que el conde de Salvatierra sabe llevar el traje de maestrante «con el empaque que le da su realeza». Ahora, está tan entusiasmado con esta nueva creación para Fernando Solís Tello que parece un principiante. «El traje lleva en los faldones motivos de castillos y leones, representativos de su corporación, bordados en oro y plata. Además, en las hombreras luce las iniciales en plata de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y en los pasadores que sujetan dichas hombreras, unos laureles bordados en plata por la bordadora Ana Bonilla». Todo un lujo hecho por la mano del hombre. Larga vida a la artesanía.
6 comentarios
Este blog nos trae siempre lo más actual,bello y profesional.El sastre Ávila debe sentirse orgulloso de
su trabajo artesanal. Larga vida al maestro.
Me quedo con el maestro de los maestrantes made in Sevilla, me gusta.
Enhorabuena a al sastre Ávila por su talento y a gracia ti Clara por tu elegante información.
Muy bueno es el trabajo de este sastre, y esta bien saber que hace al caballero tan elegante como el que más.
Felicidades por el exito del trabajo bien hecho.
Que maravilla que todavía haya gente que hace estas cosas tan fantásticas. Clara, gracias por mostrarlas.
Larga vida a la artesania , al buen hacer , a la costura lenta y cuidada. Enhorabuena a Fernando Avila maestro en su oficio y buena persona.
El Maestro Ávila nunca nos deja de sorprender. Sin duda, las creaciones salidas de su taller son únicas y el sábado en la boda del caballero maestrante podrá comprobarse.
Un orgullo para los que estamos cerca del Maestro Sastre y compartimos con él la devoción a la Señora de los Reyes. Todo esto nos llena de satisfacción.
¡Que gran vasallo para tan buena Señora!
¡Enhorabuena!
Los comentarios están cerrados