Dicen que no hay dos sin tres. Pues eso es lo que ha debido pasar con Diane Kruger y la Casa Chanel. La actriz alemana ha sido designada nueva embajadora de la cotizada marca francesa. Es decir, que la intérprete de películas como Troya o Mr Nobody, será la nueva «égérie» de la firma gala; o sea, la musa, la inspiración. En román paladino y para entendernos, que será la protagonista de la próxima campaña de belleza de la Maison del lujo y la elegancia por antonomasia.
Diana Kruge ,que antes de interpretar en la pantalla grande bailaba como los ángeles danza clásica, no es la primera vez que firma un contrato con la Casa de moda que creó mademoiselle Chanel. La actriz nacida en julio de 1976 y que dicen que no pudo intervenir en la cinta de Luc Besson El quinto elemento por no hablar francés de forma fluida, fue elegida en 1996 para protagonizar la campaña del perfume Allure.
Después, Kruger, que alternó su trabajo de actriz con el de modelo de firmas de tronío como Dior, Yves Saint Laurent o Armani, fue fichada por el director artístico de Chanel, Karl Lagerfeld, para promocionar el bolso París- Biarritz. Era el año 2007 y su paisano, el impertinente para unos y sincero personaje para otros, quiso fotografiarla para dar fe de la elegancia natural de esta chica que abandonó sus estudios secundarios para entregarse al arte de Talía y al de las pasarelas. Buen fichaje el de Chanel, porque Diane Kruger lo acaba de decir en una entrevista: «Me siento francesa, porque allí las mujeres siguen siendo consideradas bellas y sexies a cualquier edad». Amén.