Libros. «Saint Laurent. Chico malo»

 

Me acabo de terminar la crónica sobre la vida o mala vida, según se mire, del modista que «revistió de poder a las mujeres». «Saint Laurent. Chico malo» no es que descubra alguno de los misterios que decían ocultaba la inefable personalidad del diseñador, pero es como si su autora hubiera engarzado las perlas esparcidas de un collar y nos lo ofreciera listo para estrenar.  Todas esas historias deshilvanadas las ha ido cosiendo Marie-Dominique Lelièvre para ofrecernos una realista pieza llena de la agilidad que se le demanda a su profesión, la de periodista, la más bonita del mundo, según Gabriel García Márquez.

 

 

El libro, editado en España por Superflua, no sólo revela la atormentada y compleja personalidad de quien se definía como francés de Argelia, nunca «pied noir», sino los avatares del mundo que le rodeaba: moda, poder, dinero, sexo… Nacido en Orán, Yves Saint-Laurent siempre fue un auténtico dependiente del diablo para unos, ángel para otros, Pierre Bergé. Fue su amante, su promotor, su especie de «pigmalion», que lo catapultó al éxito y con el que mantenía una relación de ni contigo ni sin ti.

 

 

En unos de los pasajes de la obra, Marie-Dominique Lelièvre reflexiona sobre el complejo carácter del diseñador: «Cuando crea un vestido, Yves Saint Laurent elabora un guión, una historia, poniendo en escena a una mujer joven y bien formada, cuya vida imagina. A esta mujer la viste como a él le gustaría que fuera. En cuanto a las clientas reales, hace todo lo posible por no encontrárselas. Prefiere, dice, ignorar la realidad. Las pruebas le minan la moral, adaptar sus ideas a los cuerpos amorfos las desnaturaliza».

 

 

Si me ha gustado el libro es porque la autora no se ha recreado en los pasajes escabrosos, que haberlos haylos, ni en los periodos de decaimiento absoluto del diseñador, en sus ingresos en un psiquiátrico, en esa vida desquiciada que quizás le adelantó su muerte…Marie-Dominique Lelièvre nos presenta la cara real y desgarrada de un hombre al que la moda devora crudo, según sus palabras, como antes y después devorara a otros. Pero también nos cuenta los entresijos y altibajos de un sector, que como todos, tiene sus luces, pero también sus sombras. Una buena lectura para las vacaciones.