Para las sombras, color

 

 

 

 

Color, más color, que podría decir un redivivo Goethe ante la oscura y sombría presencia de las ministras del nuevo Gobierno cantando las medidas para meternos en cintura económica. Que con la crisis no se juega, por supuesto; que la consigna es ser austero, pues qué le vamos a hacer, pero Peter Philips, director de la Creación de Maquillaje de Chanel nos invita a pintarnos de primavera. Y no es frivolidad, son ganas de vivir. O al menos de soñar, que no cuesta nada.

 

 

Se llama «Armonía de Primavera» y es la nueva colección de maquillaje para cuando llegue la estación estrella de cualquier año. En Sevilla, por ejemplo, estalla un aluvión de aromas incitadores, que envuelven y conquistan al paseante. Y es entonces cuando se despliegan las armas no letales femeninas y a darle color a las sombras y alegría al camino. 

 

 

Los tonos van del rosa al coral pasando por un delicioso melocotón que nos reconcilia con la belleza y el equilibrio estético. Pintarán labios (con la viveza del gloss o la rotunda elegancia de una barra satinada), pómulos y uñas. La mirada se iluminará y saldrá del túnel del 11 para coger el 12 con tonos que van del «nude» (el carne para los castizos) a los vivos. Pero también se puede tirar la casa por la ventana y desterrar la timidez con una sombra ámbar con destellos dorados.

 

 

 

 

Como a la primavera le han colgado el sambenito de caprichosa, al igual que a la sequía el de pertinaz, el granate tiene también su sitio en esta colección. En armoniosa compañía con los tonos pastel, viste las uñas con ese toque de  eterna feminidad; los labios  y los párpados, realzados con el misterioso eyeliner, que sigue en alza, en el mismo color.

 

 

 

 

En una época floral por antonomasia, los polvos compactos llevan el nombre de Jazmín, un beis luminoso con pigmentos dorados. Pero  los ojos se nos van al colorete o blush. Peter Philips ha diseñado una paleta múltiple gracias a una nueva técnica de multicompactado. Asemeja una tela de rayas en tonos rosas degradados, melocotón y un fino trazo de granate, realzado por otro de un blanco luminoso. Luego una se da una «pincelada» y a la calle, que ya es hora.

 

¿Y si nos adelantamos a  la Primavera y empezamos a pintarnos para conjurar los malos augurios? ¿Le damos un mordisco al melocotón? ¿Nos hacemos un ramillete de rosas? ¿Y otro de jazmines?  «Tú querías que yo te dijera/
el  secreto de la primavera…» Escribía Federico García Lorca. Y el secreto nos lo ha descubierto Chanel. No hay nada mejor que la armonía ¿Que cuesta mucho? Pero es que lo que no cuesta no vale.