Dices Guillermina Baeza y todo el mundo sabe que es una diseñadora de campanillas, de las que se mantiene contra viento y marea; es decir, de las que su empresa cuenta con infraestructura, tiene una red de distribución y comercialización y vende. Guillermina Baeza lleva muchos años vistiendo a la mujer para el verano; o sea, proporcionándole los últimos modelos de bañadores o bikinis.
Este año Guillermina Baeza nos deja de una pìeza. Su colección, además de tener como estrella el bañador, es tan versátil y tan «apañá», que diría un castizo, que lo mismo te puedes dar un chapuzón por la mañana que darte un baño de elegancia por la noche. O sea, una prenda a la que se le puede sacar mucho rendimiento en una época en la que, por lo visto y oído hay crisis.
Guillermina Baeza se ha inspirado en los años veinte, una época en que la mujer se soltó la melena hasta donde le dejaron los hombres. O sea, se llevaba el peinado estilo garçon, pero fue una década de cambios sociales, que afectaron también al arte. Este período de entreguerras fue muy fructífero en cuanto a la moda y el diseño. El art- decó se impuso y las ganas de vivir se contagieron a la forma de vestir. Es una de las décadas, junto con la de los cincuenta, más elegante. La mujer, a pesar de su emancipación, es muy femenina en su manera de ser y estar, lo que quiere decir que la igualdad no está reñida con perder las esencias. Pues es precisamente a esos años tan fecundos para las artes a los que dedica Guillermina Baeza su colección de baño 2010.
Perder el misterio
Las formas son suaves y femeninas, con muchos detalles presentes en todos los diseños como lazos, volantes, drapeados y estampados de flores, que contrastan con solapas, un guiño al toque masculino, tan recurrente en esa etapa, en la que empezaron a llevarse los pantalones sobre todo para la noche y lucidos por mujeres de la alta sociedad o actrices.
Es verdad que vuelven los bañadores, que van y vienen como las olas y que como las olas unas veces rompen con más fuerza que otras. Este año regresan los bañadores, como regresaron en los ochenta. Es la ley del péndulo o la contínua revisión de las tendencias del pasado, con parada y fonda si interesa o las circunstancias son las más propicias.
Dicen los expertos que retorna el bañador por dos motivos principales. El primero, porque es más sugerente cubrir que descubrir. El sociólogo Vicente Verdú lo dejó escrito: «El hombre ha perdido el dominio, pero la mujer ha perdido el misterio». Y la segunda causa y principal para la mayoría es que el bañador estiliza la figura mucho más que el bikini, sobre todo a ciertas edades en que una se queda al descubierto, sin ningún asidero al que echar mano para «suavizar» el impacto de verse ante el espejo propio y el de los demás.
Bueno, pues Guillermina Baeza además de presentarnos un colección en negro y en el combinado blanco y negro, propone amortizar la prenda; es decir, que además de utilizarla para la playa o la piscina, la llevemos de noche, debido a sus aplicaciones de Swarovski, que convierten una pieza de baño en un «must» nocturno. ¿Se puede pedir más para esta etapa de crisis en la que mucha gente se ha dado cuenta que se puede vivir, e incluso ser feliz, con mucho menos que vivía antes y que incluso no era ni tan siquiera feliz?
14 comentarios
I like reading blogs written by people who really know what they are writing about
Es curioso ver los comentarios sobre el baño de Guillermina aunque pienso que es la mejor diseñadora que hay,es distinta.Besos
Los blogs son los mejores antídotos contra el aburrimiento. Yo también estaba aburrida porque esperaba un planazo que no ha llegado. Me he puesto a bichear y veo a una tía con un bañador horroroso y otros que no me pondría ni regalados. Pero, oye, te entretienes.
Anda que no hay gente novelera. Yo estaba aburrido y me he dado un paseo por este blog. La tía del bañador no vale nada.
Hace tiempo que leo este blog pero nunca me atrevo a escribir y ahora que veo que la gente vuelve a escribir me decido. Me gusta este blog porque tiene contenido, pero en este caso, los bañadores no me parecen bonitos ni feos, es que no me llaman la atención. A mí me tienen que llamar la atención las cosas para comprarlas. No conozco a la bloguera pero me pega que deve tener una vida de novela. Yo no me llamo Sira, es que me he leído el libro del Tiempo entre costuras y me ha gustado tanto que ahora me llamo así. Sólo para los amigos, en mi trabajo sigo siendo Fefi, de Josefina.
De una pieza me he quedado al ver a la modelo. ¿Y eso es bello?
Déjese usted, amigo, de tallas grandes. Vamos a ver cosas bonitas y no señoras obesas cabreadas porque no usan la talla 38. A mí me sigue gustando este blog mucho, pero no suelo escribir, me da corte. Me gustan también los comentarios y esas especulaciones provincianas sobre donde andará y qué estará haciendo la bloguera.
Pues no sé que le ven a estos bañadores. Son normales y corrientes. A mí, personalmente no me gustan y la modelo es espantosa.
No sé nada de Clarita. Se ha evaporado. Espero que esté bien y que haya elegido lo mejor. No podía ser menos.
Me gustaría que en este blog se tocara el tema de las tallas grandes. ¿Podría ser?
Me alegro que Clara Guzmán siga al pie del cañón.Leo su blog y me gusta saber que continúa luchando, como siempre. Pero ahora ha huido del mundanal ruido y no hay quien la vea. ¿Será que está preparando una sorpesa?
Leo mucho este blog pero nunca me atrevo a escribir nada porque no entiendo de moda. Conozco a Clara y sé que es una gran profesional y una persona muy seria, por eso le deseo lo mejor.
Me gusta mucho Guillermina Baeza. Tengo dos bañadores de esta firma desde hace varios años y están impecables.
Me encantan los bañadores con aires 50s… Besitos Clara.
Los comentarios están cerrados