Vanity Fair: Entre copas

 

 

Como ahora ser bloguera es un grado, el otro día me invitaron a la presentación de lo último en lencería de la firma Vanity Fair, en la tienda de la calle Rioja de Sevilla. Allí estaba lo más granado de los medios de comunicación online dedicados a la moda. Mis colegas y yo pasamos un rato divertido entre copas. Las de champán y las de los sujetadores, porque es precisamente ahí, en las copas y en sus distintas medidas,  donde radica el éxito de un buen alzamiento de busto.

 

 

 

 

Y como el busto era nuestro, tuvimos el gusto de chafardear los distintos modelos de esta firma que pretende aunar comodidad, elegancia y una sofisticación contenida. No hay que olvidar que Vanity Fair nace en Pennsylvania y los americanos suelen ser mucho más cautos que, por ejemplo, los italianos, a la hora de explotar la sensualidad en las prendas íntimas.

 

 

 

 

Vanity Fair, con unos precios ajustados a sus colecciones, se distingue por hacer sujetadores cuasi a medida para evitar esos «desniveles» que se suelen producir en las tallas convencionales. El que falta de un lado rezuma del otro y el quid de la cuestión está en encontrar la copa adecuada para el volumen de pecho de la usuaria,  ya que el fuerte de esta firma es la corsetería. Luego, como es natural, se fue subiendo al carro de la moda, que transportaba lencería y baño.

 

 

Las novias también suelen ser entusiastas clientas, porque tienen todo lo necesario para ellas. Ya saben, esos modelitos que duran un visto y no visto porque esa noche… te caes de sueño. Pero Vanity Fair tiene varios hitos desde que naciera  en Pennsylvania con el poco comercial nombre de Reading Glove y Mitten Manufacturing Company. Era el año 1899 y su arriesgado empresario fue John Barbey, al que acompañaba un grupo de siete accionistas. En 1919, su avispado fundador se percató de que había que darle a la firma un nombre más vinculado con el producto. Es entonces cuando se la bautiza con el nombre de Vanity Fair.

 

 

Pionera en introducir el nylon en sus prendas, fue la primera firma que apostó por el estampado animal print, que no es de ayer por la mañana como piensa mucha gente, y la primera también en realizar una campaña publicitaria con modelo. Sus diseños se suelen inspirar en el amplio archivo que disponen de sus colecciones de los años veinte y en las siluetas de los cincuenta, la década elegante por antonomasia en la moda.

 

 

 

 

Vanity Fair aterrizó  en España en el año 2005 y  abrió su primera tienda en Madrid, lo que significó el gran  paso para su expansión por el viejo Continente. Pertenece al grupo catalán Vives Vidal, Vivesa S.A., creado en 1949 y especializado en ropa interior femenina y baño. Está muy introducida en las redes sociales y cuenta con su propio blog «Vanity moments» y, para que no falte un perejil, te facilitan una prolija lista de famosas que optan por ella en cuestión de asuntos interiores.