Un perfume Desigual

«¡Niña, hueles a fruta, a primavera!» me acaba de decir mi vecina María, noventa años y con una energía a prueba de campaña electoral.   Y yo he venido corriendo a ver las notas de este nuevo perfume Desigual (www.desigual.com/es_ES) que me acabo de echar y ¡cuponazo! Fresch, que así se llama, ya ha empezado a hacerme la vida más chula, como dice el eslogan de esta marca. Radicada en Barcelona y con proyección internacional, la preside Thomas Meyer, un tipo cañón del Colorado, que te lo puedes encontrar pedaleando su bici por su barrio de El Borne. Fresch es una fragancia floral y afrutada, con un toque de mojito (¡uy, qué veraniego!) y notas de fondo almizcleras. La campaña que, cómo no, transmite alegría y vitalidad, está protagonizada por Chantelle Winnie, la primera modelo con vitíligo de la historia de la moda.

Abres la caja y el desplegable contiene todos esos mensajes positivos con los que uno quisiera encontrarse a diario antes de los zarpazos dialécticos con los que a veces nos recibe el día. Algo así como salpicaduras de bonito, feliz, sonrisa, alegría, favorito, que te preparan para enfrentarte con más dinamismo a la jornada. Los hombres también tienen su fragancia primaveral de Desigual. Se llama Dark Fresch, con unos toques energéticos de bergamota, pomelo, mandarina, neroli y menta, mezclados con frutas de agua, con una pizca de tuberosa, salvia y cilantro. El punto final lo pone el ámbar seco, la madera de cedro, las habas de tonka y el almizcle. Para que luego se quejen. Lo importante es lo que decía Estée Lauder: «Las fragancias deben despertar las emociones. Si un aroma es realmente bueno, la gente lo adorará al instante». Pues con Desigual…¡cuponazo!