Me lo pasé en grande. Tanto que estuve todo el día «viviendo y sintiendo» en azul. Bueno, en azul porque de ese color era la lluvia con la que me rociaron en el momento en que más me reía. Porque servidora fue una de los once mil corredores que el domingo participó en The Run Color by Desigual, en Sevilla, que es lo mismo que decir en la fiesta de la vida, porque «la vida es chula».
«La vida es chula», el eslogan de la firma de moda Desigual, se puso de manifiesto en esos cinco kilómetros que partieron de la Plaza de España, en el Parque de María Luisa, para llegar a la meta en el campo de la Feria. Allí nos esperaban bebidas y un tentempié reconfortante para seguir disfrutando de cuatro horas de música con los DJ’s Oscar Martínez de los 40 principales y Jose AM, de Máxima FM.
Desde muy temprano veías a gente, mucha gente, la mayoría jóvenes en pandilla, con sus camisetas blancas con el logo de Desigual; sus tutús (los chinos, como siempre, hicieron el negocio) y sus pelucas. Seguro que todos los que iban con peluca habían participado en la edición anterior. La veteranía es un grado y la peluca, un protector de ese pelo que al final de la carrera era un crespo arco iris.
Pero también había familias enteras, algunas con bebés en sus carritos. En Sevilla la gente no se arredra y si va a la Feria y a la Semana Santa con toda la prole, ¿por qué no a la fiesta de la vida? Cada cinco minutos, una hornada de corredores se lanzaba a la aventura de «teñirse de colores»: Verde, rosa, amarillo, azul… Y de rebozarse en cada parada «colorista» como si fueran croquetas. Menos mal que la lavadora hace milagros.
La carrera estuvo patrocinada por KH7, SMINT, SKODA y ASUS. María Pujol, campeona de España de triatlón-cros y líder del movimiento «Nosotras Sí», volvió a ser su madrina. Pero para animar la salida también estuvieron Juan Bautista Castilla «Chamba», campeón del mundo de Ultraman, y el cantante Hugo Salazar. La carrera fue creada hace tres años en Estados Unidos por Travis Synder, donde lograron reunir a más de 600.000 corredores.
En 2013 llega a Europa y el año pasado en España consiguió concentrar, entre Sevilla y Barcelona, a más de 20.000 personas entusiastas y dispuestas a disfrutar por unas horas y a dejarse inmortalizar para la posteridad. Ya saben, no hay nada como unir a la gente. Siempre se sale ganando. Pero lo más importante de The Color Run by Desigual fue que Sevilla, para celebrar que la vida es chula, también se vistió de primavera.