Setenta años del «New Look»

 

 

 

El 12 de febrero se cumplen setenta años de una fecha clave en el mundo de la moda. Un hombre, Christian Dior, quien moriría una década después, creaba una nueva imagen para la mujer. Tenía por nombre original línea corola y constaba de faldas con mucho vuelo, que se abrían en flor a partir de talles muy estrechos y corpiños rígidos. Se llamaba así, pero pasó a la historia con el nombre de «New Look».

 

 

Fue Carmel Snow, la influyente redactora jefa de la revista Harper’s Bazaar, quien acuñó el término y escribió la crónica del hito. «Era el 12 de febrero de 1947. Esa mañana, en París, tiritábamos de frío a 13 grados bajo cero. Faltaba carbón, los periódicos estaban en huelga indefinida. De modo que los franceses fueron los últimos en enterarse de un acontecimiento insólito que había tenido por escenario una mansión de la Avenida Montaigne».

 

«El nacimiento de un modista; es más: de la moda». Pero, ¿quién era el autor de esa primera colección que marcaría la pauta de la moda, en una Europa devastada por la recién terminada II Guerra Mundial? El creador de esta bomba estética era Christian Dior. Había nacido en Granville (Normandía) y era una persona inquieta y polifacética, sensible y amante de la belleza, que previamente había tenido una galería de arte.

Allí se exponían las obras de sus amigos Salvador Dalí  o Jean Cocteau. Pero antes había dibujado figurines para el «Figaro Illustre» y había viajado por España, donde recaló en 1934. «El entusiasmo por la vida es el secreto de toda belleza. No existe belleza sin entusiasmo», solía decir como un «mantra». Y tras cavilar mucho los pros y los contras, abre su casa de costura en 1946, en el número 30 de la Avenida Montaigne.

 

 

En ese momento, la mujer vestía ropas sencillas y prácticas. Durante el conflicto bélico había sustituido en la fábrica o en la oficina al hombre que luchaba en el frente. Pero quería salir de la congoja que le provocaba vivir con la incertidumbre del mañana. Y allí estaba Dior en el mejor momento psicológico para decirle que había otro tipo de prenda capaz de feminizar su silueta; de realzar su figura, de imprimirle vida.

 

 

«Tuve la suerte – escribió el modista en su libro «Christian Dior y yo»- de expresar el renacimiento de la ropa bien confeccionada, el retorno de la moda bonita, que favorece». Una década después moría en plena efervescencia creativa y setenta años han tenido que pasar para que la prestigiosa Casa Dior pusiera al frente de sus diseños a una mujer. La italiana Maria Grazia Chiuri es la encargada de preservar este legado.