Es uno de los talones de Aquiles de la moda patria, la falta de profesionalidad y formación. El haberse olvidado de que había que preparar a las generaciones siguientes en oficios que no eran necesariamente el de diseñador, que es el que más se ve, pero no él único de esta industria que genera tantos puestos de trabajo, si se la gestiona en condiciones. Hay otros gremios que son igual, más necesarios productiva o económicamente o al menos complementarios y que se están perdiendo por caer en eso tan conformista y tan nuestro del pan para hoy y hambre para mañana, y el que venga detrás que arree. Es decir, en no pensar en el futuro, en la renovación generacional, esa en la que ya han pensado otros y se han puesto manos a la obra. Un interesante reportaje del portal modaes.es pone el dedo en la llaga. Faltan técnicos en la industria de la moda.
«El repunte de la producción en el textil y la confección en Cataluña han provocado que las empresas vuelvan a demandar perfiles que los años de deslocalización habían barrido. La actividad productiva precisa de nuevo mecánicos, tejedores, costureras o patronistas, entre otras profesiones. La deslocalización y el parón de la producción de los últimos quince años supuso un punto y aparte en la formación de nuevos operarios en España». ¿Y ahora, qué pasa? Pues ahora a improvisar, que es lo que mejor solemos hacer, o sea, nuestra verdadera «Marca España». Aquí todo ha sido crear escuelas de diseño y moda, pero es necesaria otra mano de obra especializada en reparar, por ejemplo, la maquinaria, que también se estropea. Patronistas, esa profesión tan demandada, porque es el puntal de las colecciones y en donde se apoya el diseñador que no corta; o tejedores para el punto; bordadores, flecadores…En fin, todos esos oficios que dan vida al mundo de la moda y que conforman los distintos eslabones de la cadena. La falta de formación siempre propicia el resurgir de la economía sumergida: mano de obra barata por no estar cualificada. Pero también impide competir en un mundo globalizado donde el consumidor es cada vez más exigente y demanda lo mejor. ¿Estamos dispuestos a avanzar?
2 comentarios
Hace poco leí en la última edición de la maravillosa revista harper’s bazaar, una entrevista a Jesús del Pozo. En ella cuenta cómo ha llegado a triunfar en Estados Unidos. Una de las cosas que cuenta, es que sigue fabricando en España, pero que ha tenido que ir a buscar costureras a Francia, ya que aquí no las encontraba. Él cuenta que hoy en día la industria de la moda genera mucho dinero, y que una buena costurera puede llegar a ganar más que un médico. Clara, tienes toda la razón del mundo en tu entrada. La gente que nos gusta la moda, se nos ha ido a la cabeza tan solo a realizar Máster de modas, de comunicación, marketing, etc, etc, o en todo caso a hacer cursos de diseño. Sin embargo las profesiones como son la de patronista, costurera, las fashionistas, se han olvidado de ella. Por eso,en breve, voy a empezar a aprender hacer patrones, pero no para hacerme ropa, sino para aprender una profesión.
Hola Clara. Que paradoja!!! como bien sabes me dedico a la enseñanza y formación de modistas y patronista a nivel particular. Después de haber leido tu artículo, no puedo dejar de contarte algo indignante que me pasó el año pasado. Acudí al centro de ayuda a la mujer, porque sé que allí se imparten cursos de formación, y cuál fue mi sorpresa cuando, a mi propuesta de impartir cursos de corte, confección y patronaje, me contestaron que enviara mi proyecto pero que allí lo que necesitan son formadores de futuros profesionales y no suelen dar cursos de manualidades, como era micaso. Les contesté como era debido y me marché indignada, aún así, envié mi proyecto epecificando que era formadora de futuros profesionales de la modistería y el patronaje.
A fecha de hoy sigo esperando una amable contestación que me vuelva a dejar atónita.
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