Reflexiones. Ir bien vestido

por Clara Guzmán

 

 

Telademoda

Fotos tomadas de internet y del blog Las cosas de mami

«Cualquiera puede estar lleno de animación y de buen humor cuando va bien vestido. No es ningún mérito», solía decir el escritor Charles Dickens. Pero, ¿qué es ir bien vestido? ¿cuándo se va bien vestido? Es verdad que si nos dejamos de vericuetos y acudimos al tan arrinconado sentido común, sería aplicarlo en cada momento y ocasión. Pero es bien cierto que cada día se viste con más descuido, al desgaire y saltándose a la torera hasta las más mínimas reglas de urbanidad y de decoro. Sí, una palabra en desuso teórico y práctico. El final del verano es un momento oportuno para hacer balance. El sociólogo Vicente Verdú lo ha hecho y yo estoy con él.

 

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De un tiempo a esta parte ( y no le echemos toda la culpa a la crisis) anda la gente por la calle con unos ropajes que, si nos atenemos a lo que dijo el historiador del arte y experto en moda James Laver, que la ropa es el mobiliario de la mente hecho visible, habría que   abominar de nuestra falta de cordura. Vicente Verdú, en un artículo publicado en su periódico, El país, corrobora mi tesis, pero además le da carta de naturaleza al tratarse de un estudioso de la materia. Ya saben de la importancia de quién diga qué. «Uno de los peores sufrimientos del verano no son los ruidos, los mosquitos o el calor, sino lo mal vestida que va la gente», apunta en su artículo «Gente mal vestida».

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«Hagan la prueba- continúa-. Siéntense en una terraza y vean desfilar a la supuesta variedad de gentes normales. El malestar que se experimenta no llega de los humos de los coches o del bochorno del cielo o de la suciedad del pavimento sino principalmente de la marea inhumana que desprende la monstruosa estética de los ciudadanos vestidos. ¿Estética? Más bien cochambre del estilo, miseria de criterio, muchedumbre de basura que no siéndolo desnuda se vuelve un oscuro monumento no ya del mal gusto sino de su correspondiente sabor aciago y de su nauseabunda ración para la vista.»

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Es bien cierto que andamos perdidos en ese campo sin vallar en el que se ha convertido la estética. Una estética que varía en función de la tribu a la que se pertenezca o a la que se quiera pertenecer; de esa fusión de culturas que a veces, y miren que soy partidaria de las mezclas enriquecedoras, resultan empobrecedoras o aniquiladoras del carácter y la personalidad. Si echamos la vista atrás y nos detenemos en una de las décadas más lustrosas y elegantes, tanto en las damas como en los caballeros, la década de los cincuenta,  (en las imágenes) veremos que había armonía y equilibrio en la indumentaria.

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Estamos en una época regida por dos vocablos: comodidad y rapidez. Vocablos que se mueven en todos los ámbitos de la sociedad. Rapidez a la hora de actuar, informar y ejecutar. Las prisas nunca han sido buenas consejeras porque llevan de cabeza al atolondramiento. Vísteme despacio que llevo prisa, un aserto que nuestros padres y abuelos esgrimían con la pretensión de evitar carreras en las medias, el salto de un botón o la mella de una cremallera. Pero a estas alturas, la prisa es también enemiga de una buena elección en el atuendo, en la combinación de colores, en los largos y en las estrecheces.

 

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Es de manual que las crisis desembocan en una radicalización de las tendencias, que incrementan la separación de poderes materiales: el lujo se dispara y afloran todos esos artículos que durante la época boyante estaban pero no eran. Mientras, el consumo  se contrae en las capas medias y bajas, que juegan, a veces con poca suerte, a subirse al carro de las modas, esas que son efímeras y que sirven para salir del paso. La actual, el «atlheisure», ropa de deporte para vestir, que sería una versión «costeada» del «políngonero» con mi chándal y mis tacones. La esencia de la moda es la belleza, la armonía, un equilibrio que se mantiene con la personalidad de cada uno, no con la última tendencia del mercado.

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2 comentarios

REYES HELLIN 2 octubre 2014 - 14:26

PERFECTA REFLEXIÓN…
ESCRITA CON TODO EL SENTIDO COMÚN DEL MUNDO.
FELICIDADES CLARA… BUEN DETALLE QUE LAS FOTOS SEAN CON SOMBRERO.
BS.
REYES HELLIN

JULUNGGUL 16 septiembre 2014 - 20:37

Totalmente de acuerdo Clara. es una pena la estética de hoy en día en el vestir, y las maneras y formas en general. Como ha cambiado todo desde los años 50!!!!! que para mi también son fantásticos, al menos en cuanto a moda.
Las fotos un acierto
un beso desde Zaragoza

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