A Privata (www.privata.com) la empezamos a conocer en los años ochenta. Formaba parte del armario de la juventud española, pero tenía una historia detrás desconocida para la gran mayoría. Sus orígenes se remontan al año 1925, cuando se empezaron a fabricar en Olot (Gerona) prendas para los trabajadores del campo y del mar bajo el nombre de «Privat».
A principios del siglo pasado no existía la conciencia ecológica como se entiende en la actualidad. En esa época pesaba más la necesidad de reutilizar prendas de ropa por una cuestión de economía. Ese sistema era frecuente en las familias, por entonces mucho más numerosas que ahora.
Pero Privata lo llevó al plano industrial. En 1925 comenzó a utilizar lanas en desuso para fabricar jerséis, un fenómeno inusual en aquellos tiempos, lo que la convierte en una de las precursoras del reciclaje. Unas prendas que son la seña de identidad de esta marca catalana.
En la actualidad, además de sus emblemáticos jerséis, cada temporada presenta camisetas, camisas, pantalones, chaquetas y hasta bañadores, que siguen las últimas tendencias de moda, tanto para hombre como para mujer. Pero también Privata ofrece una amplia gama de complementos.
Bolsos, carteras masculinas, relojes y gafas de sol, tanto para ellos como para ellas, de inspiración deportiva. Además, recientemente ha recuperado su línea de perfumería. Privata se distribuye «online» y está presente en 2.500 puntos de venta multimarca en toda España, además de, entre otros países, en Italia, Francia, Holanda o Suiza
La firma, en pleno período de crecimiento, ha puesto en marcha un programa de expansión de licencias destinado a abarcar nuevos sectores como el hogar, la bisutería y la joyería; el viaje y sobre todo la ampliación de la línea textil y de calzado de niño. Un clásico que se mantiene en forma.