Tuvo que venir una empresa sueca para recordarnos que el hogar, el dulce hogar, es lo que verdaderamente nos queda cuando hace frío en la calle y frío en todas sus dimensiones. Como los españoles somos así, noveleros por obra y gracia de nuestros genes, creamos una república independiente en nuestras cuatros paredes hasta que nos caímos del caballo, como San Pablo (otros todavía van al galope) y nos dimos cuenta que sin salir de España podríamos crear un nido y colgarle el sambenito que quisiéramos. Empecemos por unas pantuflas para estar cómodos y calentitos. Por ejemplo, las que confecciona Nordikas, (www.nordikas.com/es/es/) una empresa de Elche que el año pasado cumplió tres décadas en el mercado. Cuenta con una plantilla de noventa personas y una producción anual de 500.000 pares de zapatillas. Así que no se haga el sueco y cómpreselas por San Valentín, un poner.
1 comentario
Lo que más me gusta son tus textos. Y este tiene miga.
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