Modelos y dineros

 

«No me levanto de la cama por menos de 10.000 dólares», dicen que dijo bostezando ostensiblemente Linda Evangelista, modelo potente de los noventa. Claro que ya lo decían los antiguos, negocio que no da para levantarte a las diez de la mañana ni para tener una amante (antes a las amantes, por lo visto, se las tenía como a reinas panderetonas), ni es negocio ni es nada. Una modelo en condiciones gana un dineral, más o menos lo que un futbolista, algo muy lejano a lo que ganamos los que vivimos de escribir. ¡Total, por escribir!, como me dijo una vez una flamante diseñadora. En las modelos, como en otras profesiones, las hay más o menos cotizadas. Pasen y lean.

 

Para empezar, diremos que, según los datos que publica la web americana Jezebel, en la pasada Fashion Week de febrero, en Nueva York, sólo el 9% de las modelos eran asiáticas, el 6% negras y el 2% latinas, el resto eran blancas, tal y como se entiende el concepto blanca en las pasarelas; blanca de piel. Estas cifras provocaron las declaraciones de la modelo negra Imán en el New York Times, “que en ciertos desfiles hay algo falso. Nuestro presidente es negro y uno podría pensar que hemos evolucionado. Pero es al contrario».  No sé si esa será la razón por la cual la modelo brasileña Gisele Bündchen ha ganado por séptimo año consecutivo el título de la mejor pagada del mundo.

 

 

 

Gisele se lleva la palma con gran diferencia respecto de la segunda colega en la lista, Miranda Kerr. La brasileña se embolsó el año pasado más de cuarenta millones de euros, mientras que su seguidora en el escalafón de este ranking modélico ingresó en su cuenta más de siete millones, que tampoco está nada mal. Pero, ¿da para tanto ser modelo se preguntará usted que anda todo el día haciendo juegos malabares con su sueldo, como un modélico ciudadano, porque de no ser modélico no tendría que hacer juegos malabares? Todo tiene una explicación. Estas chicas, además de posar, han invertido bien esos ahorrillos con los que, según un anuncio de hace años, te comprabas lo que deseabas.

A saber: Gisele Bündchen ha firmado contratos muy provechosos con empresas como Pantene, Oral-B y SkyHDTV, además de  sustituir a Beyoncé en los anuncios de la campaña de otoño-invierno 2013- 14 de la firma de low cost (qué paradoja) H&M, y cuenta también con suculentos negocios. La modelo tiene una participación en la empresa de calzado Grendene, donde maneja una línea entera de negocios con sus sandalias Ipanema, y ha amasado varios millones con su línea de cosméticos ecoamigables Sejaa.

La australiana Miranda Kerr no se queda atrás. Tiene su propia línea de cuidado de la piel, Kora, y además ha dirigido sus ojos hacia otros mercados, además del estadounidense y el europeo, y se ha dedicado a hacer tratos con marcas asiáticas como Lipton Tea y la de detergentes Bold de P&G, para ser su imagen en esa región. Pero además, las dos limpiaron bien la mirilla de la escopeta, como dice una amiga mía, y apuntaron hacia dos buenos partidos. Kerr  está casada con el actor Orlando Bloom y Gisele con el jugador de fútbol americano Tom Brady.

Pero en la lista siguen otros nombres. Adriana Lima, como informaba este sábado la revista Yo Dona, no sólo hace caja con la pasarela, sino con las campañas publicitarias. En el cuarto lugar está Kate Moss, que solamente el año pasado con una de sus empresas, Tilly Church, se metió en la buchaca un chaparrón de euros. Le sigue en la lista una asiática, Liu Wen, para cerrarla Hilary Rhoda, que ha sido contratada a lo grande por Estée Lauder y Ralph Lauren. De pequeños nos decían que había que perseverar. No, si yo persevero…