«Mis queridas flamencas» es el título de la colección de esta temporada de Fabiola1987 (www.fabiola1987.com),un homenaje a sus fieles clientas. «¡Va por ellas!», nos dice su creadora Fabiola García-Liñán. «Sin su fidelidad no seguiríamos aquí después de tantos años». Pero no hay que olvidar que esta diseñadora cordobesa, pero afincada desde hace mucho tiempo en Sevilla, se entrega por completo a su misión de embellecer a la mujer. Porque crear, lo decía Antoine de Saint Exupéry, es hacer cualquier cosa con fervor. Y Fabiola y su equipo le echan fervor a raudales a cada una de las colecciones, para que cada año sus «queridas flamencas» sean diana de todas las miradas.
«La tendencia de la moda flamenca de este año es subir los talles, pero yo sólo los he subido un poquito. Estoy convencida de que el éxito de nuestro traje de flamenca reside en que nos favorece. Los talles bajos estilizan la figura, así que he realizado una colección muy favorecedora con faldas de volantes de capa, alternando diferentes tamaños. Los tejidos son muy especiales. Suaves, con caída y que lavan en la lavadora sin necesitar plancha. Estos tejidos, si son de lunares, los estampan en exclusiva para mí, con los tamaños y combinaciones que les pido. Los colores, siempre vivos y alegres. Este año me he decantado por el verde, en todos sus tonos; el rojo, el fucsia y el buganvilla».
Le pregunto a Fabiola (@fabiola1987oficial) si cree que el traje de flamenca ha perdido su esencia. Es rápida en contestar: «Realmente, si nos fijamos en los trajes de las pasarelas, diría que sí. La mayoría estaría muy bien en un escenario o en el salón de una gran fiesta. Pero la feria no es eso. La feria es un recinto al aire libre, con suelo de albero, donde debemos poder movernos con comodidad y libertad. Comemos, bebemos, bailamos…Y en algunos lugares, como ocurre en la Feria de Sevilla, el interior de las casetas tiene un reducido tamaño. Un exceso de volumen en un traje no es apropiado, a mi entender».
«Creo que, al ser un traje regional con moda que se presenta en las pasarelas año tras año, muchos diseñadores lo ven pobre en ese entorno y tienden a adornarlo profusamente o a dotarlo de gran volumen. Quieren ser originales, impactar. Yo lo comprendo. Las pasarelas piden espectacularidad, pero, ¿quién se pone ese tipo de trajes con calor, en una caseta pequeña a las tres de la tarde, se toma unos rebujitos y se pone a bailar?». Fabiola siempre se ha distinguido por crear unos trajes muy femeninos. Es vox populi que sus diseños son elegantes y realzan la silueta de la mujer. Uno de sus rasgos característicos es la enagua, que pone la guinda al traje y que se convierte en el complemento ideal para cada uno de sus modelos.
Y todo comenzó con unas enaguas de algodón blanco con encaje de bolillos. «Eran de mi abuela y me las regaló mi madre. Me las ponía siempre que me vestía de flamenca. Cuando comencé este negocio las hacía así, independientes, pero me di cuenta de que si las cosía al traje quedarían más cómodas. Y más tarde imaginé lo llamativo que resultaría sustituir el color blanco por otro que contrastara. Poco a poco las enaguas se convirtieron en parte de la esencia de mi marca. Como eran muy bonitas y alegres, comenzamos a hacerlas cuatro centímetros más largas que los trajes. Así se veían, sobre todo al caminar y al mismo tiempo preservaban los encajes o tiras bordadas del traje de mancharse de albero. El tejido de mis enaguas va también en la vuelta del volante de la manga. Así crean un universo alternativo al traje, que me encanta».
Le pregunto cómo divulgaría internacionalmente nuestro traje de flamenca y qué le parece el cambio de Salón a Semana Internacional de la Moda de Simof. «Creo que en otros países sí se podría vender muy bien este traje tan espectacular y llamativo, que inunda las pasarelas de moda flamenca. Lo podrían utilizar para asistir a fiestas selectas. Por otra parte, me encanta el giro que ha dado Simof. Nuestro mundo flamenco es objeto de deseo en muchas partes del mundo. En el extranjero, se dan clases de sevillanas, se ama el cante y el baile flamenco, incluso más que aquí. Me gustaría que se abrieran canales de distribución de nuestra moda flamenca en Europa, Asia, América. Para fiestas y para bailes».
Hablamos ahora de que un traje de flamenca tiene muchas puntadas y es cien por cien artesanal. «Viendo a mis modistas confeccionar cada traje en nuestro taller te das cuenta de que esto sí que es artesanía. Se corta de uno en uno, porque cada cuál es diferente. Se cosen despacio para que las costuras queden rectas y perfectas. Se pegan los adornos con mucho cuidado. Nosotros utilizamos tejidos muy difíciles de coser porque se escurren. Y hay que hacerlo todo muy despacio. Como realizar nuestros trajes nos lleva mucho tiempo, procuro que tengan un estilo clásico para que desees ponértelo cada feria, año tras año. Pero es muy importante en estos casos no caer en la monotonía y el aburrimiento. Las colecciones deben ser cada año distintas, divertidas y apetecibles».
Fabiola García-Liñán (www.facebook.com/www.fabiola1987) considera que no sólo hay un traje de flamenca para cada mujer, sino varios. «Cada una de nosotras tenemos un colorido de piel, de pelo, de ojos y una altura, estamos más delgadas o más llenitas. Tenemos que encontrar el color y la forma del vestido que más nos favorezca ¡Hay que probarse muchos trajes!» También cree que los grandes de la moda se han inspirado en el traje de flamenca hasta la saciedad, porque «tiene una esencia racial, un origen, una gran verdad y podemos evolucionarlo y crear piezas de moda increíbles. Es de una belleza sublime».