Loulitas, una apuesta por las prendas multiuso

 

Lourdes Bermejo quiere cambiar el mundo a través de la moda. Quiere que sus prendas multiusos contribuyan a cambiar el concepto de la economía. Ella pone todo su empeño a través de su firma Loulitas.

Mientras se fuma un eterno cigarro en la sede de La Maraña, en Castellar, 52, donde tiene su taller, Lourdes Bermejo desgrana su trayectoria. Es intensa para su juventud y está jalonada de premios. Dice que es muy práctica, pero yo añado que muy constante, adjetivo que no es frecuente en los pocos años. Nacida en  San Fernando (Cádiz) terminó la carrera de Bellas Artes en Valencia, donde empezó un doctorado en cine que cambió por la moda. El ganchillo, que tanto la relajaba, no sólo le permitió subsistir vendiendo gorritos, sino que le abrió el camino a lo que sería ya su oficio. «Me presenté a un concurso de Moda Joven en Castellón, con una colección de cuatro trajes dibujados, que luego plasmaría en tejido y añadiría seis más al presentarme al certamen Manuel Piña del Instituto Tecnológico del Textil de Castilla la Mancha. Desfilaron en una pasarela de Talavera y de ahí pasé a Sevilla, donde hice un curso de vestuario teatral en el CAT».

«La moda es arte»

Pero ahí no queda la cosa, Lourdes se presentó al concurso de noveles del Salón Internacional de Moda Flamenca  (SIMOF) y quedó seleccionada.  Ha estado un año en Berlín con una beca Leonardo y ahora ha vuelto con una Erasmus  de emprendedores para aprender cómo se gestiona una empresa de moda. «Yo apuesto porque mi ropa tenga varios usos, que una prenda sea varias a la vez. Estoy en contra de la moda de usar y tirar y a favor de que cada diseño sea exclusivo. Compro mis tejidos en los stock de los almacenes de telas, sobre todo de los años sesenta y setenta. Tejidos con mucho color, estampaciones pop y de una calidad extraordinaria. En la actualidad, el sector textil no está en su mejor momento. Los diseños de las telas no pasan de los típicos lunares y yo suelo combinar una tela lisa con un estampado curioso, pero cada prenda tiene distinta mezcla de tejidos, porque es exclusiva».

Amortizar la ropa

Para Lourdes Bermejo, cuya firma Loulitas, es un híbrido entre su nombre y el concepto de Lolita,con el que se identifica, la moda es arte. «Me gustaría hacer vestuario de espectáculos, para que el vestido interprete, porque es un lenguaje con el que yo necesito expresarme y manifestar mi modo de ser. Quiero que mi moda sea  útil y duradera, que se aprecie la prenda y que contribuya a cambiar el concepto de economía. En Berlín, por ejemplo, está muy extendido y aceptado el concepto de segunda mano y el de amortizar la ropa».

Le gusta que el diseñador haga prendas innovadoras y buenas puestas en escena como David Delfín,  Hussein Chalayan y los noveles Pedro y el lobo y Karlota Laspalas. «Entre mis objetivos está ir al Ego de Cibeles, pero mientras tanto estoy metida en una iniciativa de emprendedores del Ayuntamiento de Sevilla, que se llama Genes». El carácter inquieto de esta joven la ha llevado a hacer prácticas con unos patrones sacados de un libro japonés. «No conozco el idioma, pero mi pasión por lo oriental me lleva a interpretarlos a través de los dibujos».

Dice que es una especie de Juan Palomo. Ella se lo hace todo, incluso el marketing. Su línea comercial la vende en Cádiz, en la tienda Quitapenas, sus gorros infantiles, en la sevillana Manolito por Dios, además de en su taller y en las ferias que frecuenta.