La vuelta de Carmen March

Me gusta Carmen March y sentí su retirada del mundo de la moda, por eso ahora me alegro que vuelva  en septiembre, con el nuevo curso, de la mano del grupo Cortefiel para encargarse de las colecciones femeninas de Pedro del Hierro. A Pedro del Hierro lo conocí cuando la moda española era un estallido de  aparente vitalidad, edificada sobre unos endebles cimientos que se fueron desmoronando a medida que la gente se iba entusiasmando.  El año pasado, Pedro del Hierro fue homenajeado con una  exposición de despedida en el Museo del Traje, entidad a la que se donaron los fondos de alta costura de la muestra, propiedad de Cortefiel.

Ahora se abre una nueva etapa en la que la firma, presente en veintiún países y cuatrocientos puntos de venta principalmente en Cortefiel, tiene ante sí el reto de crecer tras rubricar un acuerdo para la expansión en el mercado chino con trescientas aperturas en los próximos cinco años y el impulso comercial que ha supuesto el lanzamiento de PdH Sport, según fuentes de Cortefiel. La firma Pedro del Hierro se incorporó en exclusiva a Cortefiel en 1989 y es propiedad del grupo español, presente ya en 60 países con más de 1.800 tiendas, siendo la más reciente de sus enseñas en incorporarse a la expansión internacional.

La mallorquina Carmen March empezó en el mundo de la moda colaborado con Duyos &Paniagua y  Javier Larraínzar. En el año 2000 inauguró Egotherapy con Juanjo Oliva. Cuatro años más tarde debutó en solitario en la Pasarela Gaudí, para subir a la Cibeles Madrid Fashion Week en 2005. En enero de 2008 inauguró su taller de costura en la madrileña calle de Puigcerdá y en febrero de 2009 la boutique con sus primeras colecciones de prêt à porter y de complementos.  En su haber tiene varios premios: el de mejor diseñador nacional, concedido por la revista Glamour, en 2005; un año después,  el  L’ Oréal a la mejor colección y el Prix de Marie Claire a la mejor diseñadora novel. En octubre de 2007 recibió la T de Telva.  Tres años después echó el cierre. Ahora vuelve por sus fueros a una firma española.  Que los hados le sean favorables.