Conocí a la firma Jocavi porque me compré unos pantalones a finales de los ochenta y estamos en 2015 y me los sigo poniendo. No sólo me los sigo poniendo, sino que sumé otros más a mi armario. Me gusta el patronaje y el tejido es guerrero; es decir, que aguanta mil batallas, incluida la de la lavadora, que ya saben que es especialista en «envejecer» prendas que en la primera puesta están pimpantes. Pimpantes sólo de apariencia, claro. Para la próxima temporada otoño-invierno también apostaré por alguno de los modelos casual (informales) que hoy traigo a telademoda.
Lo primero que hice cuando descubrí a Jocavi (www.jocavi.com/es/home) fue investigar de dónde había salido esta firma. Por regla general, si algo nos gusta siempre pensamos que es allende nuestras fronteras, un defecto muy español, que parece se va corrigiendo, afortunadamente. Pues no, Jocavi tiene recorrido, un largo recorrido patrio. En 1820, Pere Canals se traslada a Arbucias (en la comarca de la Selva, en Gerona) y crea un negocio de sastrería, que sería el germen de la firma. Sastrería que mantendrían sus descendientes.
Pero en 1944 un miembro de la familia, Josep Canals Vilà, decide darle un giro al negocio y empieza a confeccionar en paralelo cazadoras de paño, creando sin saberlo la base de las características de la prenda Jocavi. Pero fue en la década de los setenta, cuando se erigen en los pioneros de la introducción del «jean» o vaquero en el mercado español. Y si algo distingue esta marca de otras es su constante evolución; evolución que significa asumir riesgos.
Así que en los años ochenta decidieron presentar colecciones de prendas informales (hoy se dice casual, pero es para que no se nos olvide cómo se dice en español) para vestir a mujeres con un ritmo de vida que implica vestirse todos los días, pero no precisamente de fiesta. O sea, solucionar el qué me pongo a diario, que es uno de los grandes problemas prácticos femeninos, que no acaba de ser comprendido por muchas marcas. De esta manera, Jocavi se posicionó en ese nicho de mercado, en el que sigue con muy buena salud.
En la actualidad las colecciones Jocavi se comercializan en más de 700 puntos de venta en España y 400 en diferentes países de Europa, todos ellos establecimientos multimarca de nivel medio-alto. Los diseños se estructuran en tres líneas diferenciadas: la línea Jocavi 1820, con una serie de prendas sport urbanas, para una mujer activa, que quiere vestir con informalidad, pero con estilo; Jocavi No Time, línea «casual wear», que engloba la mayor parte de la oferta, a base de prendas cómodas para cualquier ocasión.
Y la tercera, la línea «Jean», que entronca con los orígenes de Jocavi, integrada por prendas que llevan incorporada la tintura índigo, característica de los vaqueros. Para esta próxima temporada me quedo con los pantalones, pero también con la camisa masculina, la cazadora perfecto, la parka acolchada y la blusa con lazo plisada, pero sobre todo con la manera que tiene Jocavi de trabajar los tejidos Tencel, producto ecológico elaborado a partir de fibras naturales, y cuando lo mezcla con lino, algodón, «stretch» y PVC reciclado.