Inés Inés, moda por partida doble

 

 

Son madre e hija: Inés Tejada, andaluza de El Puerto de Santa María e Inés de Tovar, venezolana. Ahora forman un tándem perfecto, la experiencia de la madre, licenciada en Bellas Artes  y Moda, con catorce años haciendo trajes a medida, de novia, de fiesta, de cóctel…, y la juventud y pasión de la hija, licenciada en Administración de Empresas y en Diseño por Sevilla de Moda, además de poseer un master de Ceade. Las dos son Inés Inés, (www.inesines.es), se han instalado en Sevilla y tienen su cuartel general en la calle San Esteban, 17.

Acaban de llegar  de Venezuela y ya besan el santo. Tienen una fiel clientela quizás porque hay  dónde elegir, desde ropa a medida a prêt- à-porter y de vanguardia, con la originalidad por bandera. Mañana, además, tienen una cita en la Pasarela de Diseñadores Noveles, de Simof (Salón internacional de moda flamenca), que se celebra en Fibes, con una colección inspirada en los carteles de la Belle Époque.

«Se llama «Lace», encaje en inglés, porque este tejido es uno de los protagonistas, junto a las sedas, las gasas, mikados, crepés y rasos. La mayoría son vestidos de gala, de noche, aunque también presentamos dos diseños de feria mañanera». De todas formas, Inés Inés es una firma que se caracteriza por trabajar las texturas de las telas; por desflecarlas, teñirlas, poblarlas de bordados a mano o pedrería. De esta manera, sus diseños se diferencian del resto, como los que luce en el reportaje la modelo Ana Vega.

Así trabajan sus trajes de novia, para los que necesitan tres meses de antelación («si puede ser antes, mejor) y tres pruebas de vestuario.  «Los diseñamos y moldeamos en el cuerpo de la novia y nunca repetimos la hechura. Como recuerdo les entregamos una ilustración del modelo que ha elegido y una foto de la última prueba del vestido, el momento más especial, porque es cuando se ven realmente de novias. Utilizamos todo tipo de tejidos, incluso la lycra para chicas que quieren casarse en la playa».

Continúan con su clientela de Panamá, Venezuela, Miami y Colombia, aunque aseguran que en toda Sudamérica la moda es más colorida. «Es moda de verano y la gente va de etiqueta a las fiestas, con vestidos más elaborados y glamurosos. En España es diferente, se es más conservador, con lo que único que se atreve la mujer es con los tocados, como los de Ana de los Jardines, que tengo en mi tienda. Aquí se viste mejor en el día a día porque se arriesga más, y allí es lo contrario».

No obstante, afirman que a su taller acuden mujeres a las que definen de originales. «Mujeres que se dejan asesorar a la hora de escoger, por ejemplo, su traje de madrina». Como buenas venezolanas admiran a Carolina Herrera, «la personificación de la elegancia». «No vas a ser quizás la más admirada de la alfombra roja, pero sí  la más impecable». De los españoles se quedan con Josep Font para Del Pozo y con los Victorio &Lucchino, «porque son fieles a su estilo».