Geox, ¡qué alivio!

La noticia es que Geox inaugura su tienda pop-up en la quinta planta de los almacenes Harrods, esos donde va todo el mundo cuando aterriza en Londres; la noticia es que allí estará a la venta la colección limitada de las botas oficiales de los pilotos del equipo Red Bull, de Fórmula 1. Esa es la noticia, pero lo importante es que los Geox son unos zapatos que respiran con la que está cayendo. Me refiero al calor, por supuesto. A eso le llamo yo sostenibilidad llevada a la práctica; o sea, respeto a las personas y al entorno. Sí, la sostenibilidad, esa entelequia de la que todo el mundo habla a boca llena. A boca llena, pero ¿y los pies? ¿donde dejamos los pies, que son precisamente con los que nos «sostenemos»?

En piel de canguro

Las botas de marras, sí, esas que respiran, son una réplica de las que llevan los muchachos del equipo oficial  de los coches que no corren, vuelan, y están fabricadas con alta tecnología homologada por la FIA, que debe ser un organismo que da mucha credibilidad; es decir, del que te puedes fiar plenamente. Además, y ahí está el meollo del cogollo, presentan el sistema NET, que las hace «limpiamente» transpirables. Fabricadas a mano en Italia en piel de canguro, son también  ignífugas. ¿Se les puede pedir más a unas botas tan bonitas, que se han lanzado en su versión haga deporte en la ciudad sin perder la compostura; es decir, vestido y calzado de punta en blanco, tanto para señora, caballero y niño?

Me cuentan desde Finally, que en la Fórmula 1 el recalentamiento es un problema crítico, no sólo para los coches de carreras, sino también para los pilotos, que se ganan el pan con la transpiración de sus pies, entre otras cosas. Las altas temperaturas, la tensión y el sudor físico provocan un fuerte estrés, que desafía la resistencia de todos los conductores. No me extraña, es sólo una ráfaga odorífera de la base por la altura, a ras de axilas, y quedas marcado para todo el día. Durante un Gran Premio, continúa la información de Finally, los conductores pierden varios kilos en sudor, que queda atrapado en sus trajes y zapatos.

Menos mal que Geox respira, ¡qué alivio!, porque tengo entendido que los pilotos de carreras suelen tener buen olfato.  Así que los responsables de la marca italiana se arremangaron  y dijeron (más o menos):  «¡Hala!, vamos a hacer sostenible una carrera, creando un calzado para los chicos de Red Bull, con el que fomentemos la solidaridad (antes, caridad), que bien entendida, empieza por uno mismo».  Con lo que idearon un calzado que no sólo ofrece una tecnología puntera, sino una transpiración que asegura un rendimiento excelente para poder llegar a la meta sin morir (olfativamente) en el intento.