Se matriculó en la Facultad de Ciencias Políticas, pero mientras se familiarizaba con la Universidad Juan Pedro Hernández hizo un curso de maquillaje y entonces lo dejó todo. Bueno, todo no. Su alma de artista le ha acompañado siempre. Es el maquillador de cabecera de Jesús Quintero y desde el curso pasado imparte clases en el Teatro que El Loco abrió en Sevilla para dar cuerda a la ciudad
“Soy de Carrascal del Río, una aldeílla más que una villa de Segovia, aunque me siento más andaluz que castellano. Tengo algo de árabe y estoy convencido de que hay que trabajar para vivir y no vivir para trabajar. No es que aquí se trabaje menos, pero se disfruta más. Me gusta la mentalidad y la estética de Sevilla, me encanta el barroco y sus fiestas. Mi padre cantaba flamenco; cantaba flamenco en Segovia por Pepe Pinto y fue él quien me transmitió este amor por Andalucía”.
Juan Pedro Hernández es el maquillador por antonomasia, al que recurren los Reyes de España o las estrellas de Hollywood cuando quieren “comprar” buen gusto. “Eso es lo que yo vendo, ese es mi cometido, porque al fin y al cabo nosotros somos empleados al servicio de esas personas. Estoy harto de las estrellas y en el mundo de la moda hay mucho estrellato, a veces fomentado erróneamente por muchas señoras. Para mí la estrella es el cliente que se sienta para que lo maquillen”.
El tiempo, gran escultor
Una vez expuesta su declaración de principios, no sin cierta vehemencia, Juan Pedro Hernández sigue su discurso enlazando sus palabras con el lenguaje de las manos, de los ojos… Habla por los codos incluso cuando calla. “Maquillo a Jesús Quintero desde hace cuatro años y cuando adquirió el teatro me dijo que quería hacer un foro de cultura con cursos de diferentes actividades. La propuesta me ligaba más a Sevilla y la docencia me ha seguido manteniendo vivo en el mundo de la moda. Compagino mis clases con “Estudio 24”, el centro que creé en Madrid, donde estoy dos días a la semana; el resto se lo dedico a Sevilla”.
-Señor Hernández, cuentan que Humphrey Bogart decía que todas las mujeres son iguales cuando se lavan la cara, ¿está de acuerdo?
-Creo que no. Ni siquiera a una mujer la distingue el maquillaje. La proyección es desde dentro, el primer golpe de vista está en función de cómo se siente de segura. Conozco mujeres que a medida que van cumpliendo años están más guapas. Es el caso de Ana Belén, una mujer que se ha ido construyendo, porque en la vida también conseguimos metas físicas. El tiempo nos va esculpiendo y envejecer con dignidad significa asumir los años. Las cirugías remedian muy pocas cosas. Hay una cirugía anterior que es aceptar la vida y sus adversidades. Basar que la juventud es a costa de “liftings” es un error. Es patético ver a una mujer sin arrugas que no puede andar.
-Usted ha maquillado a muchas mujeres, ¿a cuál ha tenido que maquillar menos?
-Hace muchos años, Amparo Muñoz volvía de Filipinas y me llamó. Estaba perfecta con la cara lavada. Era una belleza exquisita, como lo es Eva González. Ya eran guapas el día en que las eligieron misses.
Ava Gardner, la belleza
-¿La mejor nariz?
-La nariz me gusta grande como al fotógrafo Richard Avedon. Con la nariz grande y el cuello largo de sus modelos hacía esculturas en sus fotos. La nariz de Nati Abascal me gusta mucho. Si hubiera sido chata habría pasado inadvertida.
-¿La mejor boca?
-Según las épocas. Brigitte Bardot puso de moda la boca grande, pero por proporción, Ava Gardner. Son las mejores cejas, los mejores ojos, hombros. Ava Gardner es la belleza.
-¿Los ojos más expresivos?
-Sin duda los de Isabel Pantoja. Nunca les echo nada para que brillen.
-¿La mejor sonrisa?
-La de Marilyn Monroe. Un ser que no fue normal.
-¿El maquillaje es un engaño?
-No y menos ahora. Desde que surge el movimiento hippie, el aspecto físico define el modo de pensar de cada persona y por ende el maquillaje debe ayudar a definir la personalidad del personaje.
-¿Maquillarse puede llegar a ser una terapia?
-Si es el adecuado, sí. Es una entente entre la señora y el maquillador. Si me dice que se ve rara no habré conseguido nada. De todas formas nos deberíamos maquillar para nosotros. Al vernos bien sabremos que los demás nos van a aceptar. Sin embargo, hay que saber cuándo debemos maquillarnos. No soporto a una señora maquillada para ir a la playa o a la compra. En televisión, por ejemplo, maquillan igual a todas las horas, cuando cada momento requiere su maquillaje.
– Este mes ha empezado su segundo curso en el Teatro Quintero, de la sevillana calle Cuna, ¿cuál ha sido su primera lección?
-La Escuela tiene varios cursos. Hay uno para profesionales, donde enseño maquillaje actual, basado en el contemporáneo, que abarca desde los años 20 a los 80 del siglo pasado. El maquillaje está relacionado con los estilos de vestir, nace con la moda, porque forma un conjunto con la tendencia y el pelo. Hay otro curso para jovencitas de colegio, para que conduzcan su estética y ayudarles a quitarles los típicos complejos de los 16 años: los granitos, la gordura… La estética es un complemento, porque la base es otra, así como la preparación, pero todo el mundo tiene su partido y aquí ayudamos a descubrirlo. Además tenemos otro curso para alumnos mayores de veinte años, donde aprenden a manejar los productos y sacarles el mayor rendimiento posible. No creo que una marca sea la mejor, de cada una me gusta algo. Aquí enseñamos que el maquillaje tiene la capacidad de sorprender. Un día más sexy, otro más sobria. De vez en cuando también haremos un curso de caracterización.
Sombra aquí y sombra allá
-¿Cómo se puede disimular una nariz grande?
-Depende. La nariz tiene pocas correcciones. Puedes estrecharla separando las cejas, y las anchas, con sombra en los laterales.
-¿Y una boca pequeña?
-Se puede rectificar aumentando hasta el límite sin que se note con un perfilador y jugando con tonos claros y oscuros, nunca con un maquillaje oscuro. Como tampoco pintaremos de rojo una boca grande, el rojo es bonito en pieles claras y en un tamaño normal de boca.
-¿Y unos ojos chicos?
-Los ojos son bonitos o feos y luego grandes o pequeños. El que sea pequeño no es sinónimo de feo. Se puede alegrar la mirada subiendo las pestañas. La cana por ejemplo es una defensa de la cara. Con la edad el pelo tiene que ser más claro, porque suaviza la dureza de las arrugas. De ahí esas abuelitas dulces y entrañables gracias a su pelo blanco.
-¿Cómo maquillaría a una rubia? ¿Y a una morena?
-El maquillaje no lo divido en rubias y morenas, sino en estilos. La rubia admite más color en las sombras; la morena suele tener sombras naturales. Es curioso que nunca haya habido una modelo gitana cuando es una raza que anda muy bien. Ahora desfilan por la pasarela niñas llenas de miedos e inseguridades, cuando su objetivo es salir a dominar a la señora que tienen enfrente.
-¿Qué piensa del maquillaje para hombres? A Berlusconi no hace mucho se le corrió el rimel.
-A un hombre masculino el maquillaje le debe hacer más masculino, lo mismo que a una mujer femenina el maquillaje le debe acercar más a su feminidad, y un gay puede reivindicar su condición. No entiendo que un hombre al maquillarse se eche rimmel, porque se le ponen ojos de Marujita Díaz. Para eso está la sombra oscura o el Khol, como usan los árabes.
7 comentarios
La respuesta a la última preguta es una patochoda. En fin, el maquillaje es sólo un juego superficial, y como tal hay que tomarlo.
Hoy he conocido a Juan pedro porque he asistido como modelo para una amiga que esta haciendo el curso de maquillaje en el Teatro Quintero.
Me ha parecido una persona excepcional e interesante, muy sencilla y cercana y debe ser un auténtico placer aprender a su lado.
He tenido la gran suerte de conocer a Juan Pedro quiero decir que es el mejor maquillador que entiendo la cara de las mujeres , no hay nadie que maquille los ojos mejor que el ES UNICO. te quiero mucho JUAN PEDRO.
PILAR DE ZARAGOZA
tAMBIÉN ES UNA GRAN PERSONA
Me gusta la estética, pero nunca había leído nada de moda. Los otros días tomando una cerveza, una compañera del Banco me habló de usted y de cómo escríbía. Esta noche me he metido para chafardear y me he quedado enganchado con esta entrevista. Me ha parecido curiosa y muy entretenida. Mañana se lo diré a la Gemma. Soy de El Masnou (Barcelona).
Me ha gustado mucho lo que dice este maquillador.Me ha dado mucha alegría,porque yo ya soy madura y hay días que me veo horrible cuando me miro al espejo. Pero desde ahora me lo voy a tomar con más calma. No se puede parar el tiempo, pero se puede para la orbsesión por hacerse mayor.
Me gusta la frase de envejecer con dignidad, creo que es lo que tenemos que hacer todas las mujeres, nos han vendido la imagen que tenemos que ser perfectas y sin arrugas a todas las edades y eso es imposible, ya que dejas de ser tu misma, otra cosa es saber maquillarte para cada momento
y ocasion como dice el sr Hernandez y enseñar a sacar provecho de tu propia naturaleza. Rosa
Estoy de acuerdo con lo que dice este señor. Yo creo en la naturalidad y en que envejecer es sabiduría. Hay que cuidarse, eso por descontado, pero no obsesionarse. Eso lo pensaba yo, pero no es lo mismo a que lo diga este maquillador tan famoso. Por cierto, maquilla muy bien a Jesús Quintero, porque sale muy atractivo por la gtelevisión.Lola
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