Pierre Cardin, 92 años bien llevados, y uno de los modistas que puede decir a la nerudiana manera: «Confieso que he vivido», acaba de inaugurar su propio museo en París. En una antigua fábrica de corbatas del barrio de Le Marais, distribuida en tres niveles, nos espera su apabullante legado. La conservadora del museo, Renée Taponier, que con catorce años entró de aprendiza en el taller del modista, se encarga de las visitas guiadas por 25 euros de vellón. ¿Qué es caro? Bueno, estamos en la capital de Francia y en la en otros tiempos Meca de la moda. Aunque ahora tenga que competir con Londres, Nueva York, Milán…
A Pierre Cardin le han llamado y con causa justificada el rey Midas de la moda cuando la monarquía era una institución respetada y respetable. Y se lo llamaban con razón. Este apelativo ya se lo dejó entrever, con mucha más poesía y menos materialismo, una adivina que abordó a un joven Pierre, que festejaba en 1944 la liberación de París. «Usted es un árbol y hasta el momento de su muerte tendrá flores y retoños sin fin». La frase era un poco críptica, pero pronto daría sus frutos.
«A fuerza de voluntad y de trabajo he creado un imperio global donde puedo beber, comer, dormir y vestirme», le dijo al compañero Abraham de Amézaga en una entrevista. «Yo soy rico, sí -dijo durante su estancia en la Expo 92 de Sevilla- pero doy trabajo a mucha gente. El dinero no es más que un medio; mi forma de vivir es la misma que hace veinte años». Ahora hace justamente diecisiete que arrumbó la aguja y el dedal, pero siguió incansable urdiendo proyectos. El último, su propio museo.
Bautizado como Espace Evolution; o sea, un canto a las vanguardias, inicia su andadura con la muestra de doscientos trajes de alta costura de la factoría Cardín. Los modelos están expuestos cronológicamente y allí están los diseños futuristas, en los que fue un pionero; los vestidos con tiras de vinilo, las faldas de aro, los trajes de buzo y esa cantidad de complementos y accesorios variados, donde se incluyen muebles, sombreros, joyas…resultado de sesenta años trabajando por y para la moda. Pero con cabeza.
Pierre Cardin ha sabido sacar el máximo provecho de la parte industriosa de la moda a lo largo de su vida profesional. Hay que tener en cuenta que fue aportando ideas innovadoras al sector desde que lanzara su primera colección en 1957. Seis años después se sumergiría en el prêt-à-porter. Fue el inventor del cosmocuerpo o «era espacial» como se denominaron sus diseños de 1964. Eran buzos de punto, pantalones ajustados de cuero, cascos y monos con mangas dolmán.
¿Que qué es una manga dolmán? Pues una manga abierta y pendiente del hombro, a modo de prolongación del cuerpo de un vestido, blusa o chaqueta. Entre otras innovaciones, impulsó el uso de medias de colores y añadió a sus prendas una capucha, distintivo que durante mucho tiempo fue característica esencial para identificar un modelo Cardin. Curioso, ¿verdad? No hay nada como darse un paseo por la historia de la moda para comprobar que todo está inventado. Ahora habrá que ir a verla a los museos. Empecemos por el de Pierre Cardin.
2 comentarios
FELICIDADES CLARA!. ME ENCANTA ESTA ENTRADA SOBRE PIERRE CARDIN.
GRANDISIMO MAESTRO.
GRACIAS POR INSTRUIRNOS.
Gracias, Clara. Muy interesante.¿La manga dolmán? qué curioso.
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