El hilo y el ovillo de Moda de Sevilla

 

Mi admirado Oscar Wilde decía que no existen más que dos reglas para escribir: «tener algo que decir y decirlo». Pues. hala, voy a coger la frase de cabo a rabo y voy a escribir de moda, porque hay mucho que decir después de los cuatro días que se han vivido en Sevilla. El Casino de la Exposición era el centro emisor de noticias sobre lo que se cocía en la capital en cuestión de hechuras. Allí había toda una legión de gente, de esa que va de puntillas, pero que gracias a ella se da grandes pasos. Peluqueros, maquilladores, costureras, en un constante trajinar para que no faltara un alfiler. Paco Cerrato, Pedro González,  el fotógrafo Martín Okuemotto, quien firma estas fotos; las modelos de Doble Erre, Enrique Parrilla, Valle,  Maribel,  Junior, José Carlos…, en un frenético ir y venir para que cuando llegara la hora prevista todo el mundo se quedara encandilado.

Moda de Sevilla, en su quinta edición, es una apuesta, todo hay que decirlo, de Rosamar Prieto-Castro, delegada de Fiestas Mayores del Ayuntamiento hispalense, que supo ver que había que tirar del hilo para llegar al ovillo de un colectivo que tenía muchas cosas que decir, pero que no le habían dado la oportunidad de decirlo en una tribuna, bajo el paraguas protector de un organismo oficial.

Es verdad que un montaje de este tipo necesita muchas puntadas, pero sobre todo gente que esté dispuesta a darlas. Mercedes Goñi, presidenta de la Asociación de Amigos de la Moda, y su adláter Charo Martín, pusieron en marcha la exposición «El cine y la moda», paralela a los desfiles. Allí se demostró la imaginación de los diseñadores. Carmen Maza& Ana Rojas escenificaron la película  «La reina de Africa», Here-Reyes Hellìn, «Alta sociedad»; María Ramos González-Serna, «El inocente»; Libélula Lila, «Barbarella»; Rosa Cuervas, «Matahari; Nuria Cobo,»El diablo se viste de Prada»; Manolo Giraldo, «Lo que el viento se llevó»; Luchi Cabrera, «Pearl Harbour»; Ángeles Verano, «Casablanca» y Cherubina, «My fair lady».

 

Cine, cine, cine

El cine también fue protagonista de la pasarela y Moda de Sevilla abrió la semana con un homenaje al séptimo arte. Allí  estuvieron Vivian Leigh, vista por Manolo Giraldo, en «Lo que el viento se llevó»; Greta Garbo, en «Mata hari» de Rosa Cuervas; Marlene Dietrich, de Fernando Claro; Gilda, de Aurora Gaviño; Marilyn Monroe y Laurence Olivier, en «El príncipe y la corista», caracterizados por María Ramos González-Serna e Ibáñez Neri; Grace Kelly, vestida de novia por Carmen Maza&Ana Rojas. Se da la circunstancia de que el diseño de las sevillanas llevaba el cuerpo de auténtico encaje de Bruselas, mientras que el lucido por la princesa de Mónaco y hecho en París careció de tal privilegio. La misma actriz, tocada por Here-Reyes Hellín, en «Alta sociedad»; la «Cleopatra», de Elizabeth Taylor por Rocío de Porres y Claudina Claus; la Audrey Hepburn, de «My Fair lady», caracterizada por Cherubina, Miguel Reyes y O’Kean; Jane Fonda en «Barbarella» con un original vestido de cerámica de Victoria Fuello, Libélula Lila; «El Gran Gatsby», por Daniel Carrasco; Ava Gardner, en «La condesa descalza» versión Petro Valverde; Rosa Martín, de Missey, y el sastre Ávila, en «Cotton Club»; Ángeles Verano interpretó a Juanita Reina en «La Lola se va a los puertos»; Luchi Cabrera a Kate Beckinsale en «Pearl Habour» y Buganvilla a Meryl Streep, en «Mamma mía».

 

 

Paseo por Sevilla

Por la tarde, Petro Valverde, que recibió de manos del alcalde, Afredo Sánchez Monteseirín, el premio «Dedicación a la Moda», dio un recital de buen hacer con la exhibición de su colección «Paseo por Sevilla». Costura en estado puro. Al día siguiente le tocó el turno al prêt-à-porter con las colecciones de Tonalá, Dolcezza, Creasur, Victoria Durán y Rosa Cuervas. En el desfile vespertino, Daniel Carrasco sorprendió con su ropa masculina, Fernando Claro con sus ideas vanguardistas y Blanca Gallego con su ropa de fiesta. Missey se mantuvo en su línea y Pol Núñez le puso color a su desenfadada ropa.

La gran apuesta de Moda de Sevilla por los complementos dio en la diana. Allí desfilaron las maravillosas joyas de cerámica de Libélula Lila, las mantillas y velos de Rosa Cuervas, los zapatos hechos a medida de David Guerrier, la bisutería de Luchi Cabrera, los minerales en forma de collares descomunales de Gorgonia, los exquisitos sombreros de Reyes Hellín y los bolsos, cinturones, collares y pendientes de Buganvilla.

Por la tarde, con el Casino de la Exposición hasta la bandera, fue el esperado desfile del Gremio de Maestros Sastres y Modistas de Sevilla, que preside Carmen del Marco, quien mostró su colección de fiesta, al igual que Miguel Reyes, Luchi Cabrera, Pepín Castillo y un Manolo Giraldo, que apunta maneras para ocupar uno de los puestos de los grandes. Los sastres O’Kean, Ávila y Cañete nos pusieron al día de moda masculina de calidad. Luego, Carmen del Marco le impuso el «Botón de Nácar» a la modelo Laura Sánchez, a la que tanto queremos y con la que tanto queremos. Lo agradeció con muchas tablas. Esa es mi Laura.

Salir al exterior

La ropa infantil estuvo representada por las firmas Rocío de Alba, José Varón y Kobez y el broche lo puso el desfile «Faldas en hombres», una original idea que despertó el interés del público. Los modelos llevaron con mucha gracia las propuestas de Petro Valverde, Antonio García, Blanca Gallego, Carmen del Marco&Roberto Rojas, Daniel Carrasco,  Miguel Reyes, Molina Moda, Pedro de la Rosa, Pol Núñez y Lina.

La V edición de Moda de Sevilla echaba el cierre con un incremento en la expectación, un público más fiel, un alcalde volcado, que leyó e interpretó un discurso muy bien pespunteado, pero con escasa repercusión fuera de nuestro ámbito. En esas hechuras hay que trabajar para que este certamen pueda codearse con los que se celebran en otras ciudades de España. Hay que amortizar el esfuerzo.