Cuando vi a La Gioconda en el Louvre me quedé eclipsada. Clavé mis ojos en los suyos y ¡hala!, ancha es Castilla, hasta que el japonés que me seguía en la cola me alertó que mi tiempo se había agotado. Yo miro esta foto y me pasa lo mismo. De la modelo veo sus estilizadas manos, su boca en forma de ¡oh!, su nariz bien perfilada y…poco más. El resto es todo adorno, decoración. El resto, lo intuyo. Qué verdad es esa de que todos ven lo que pareces, pocos palpan lo que eres. No lo digo yo, lo escribió Maquiavelo, ese señor al que se le atribuyen conspiraciones sibilinas. Lo escribió para su Príncipe. Y todo es tan real…
(Foto: Paco Peregrín www.pacoperegrin.com)
7 comentarios
Inquietante imagen.
Una detallada descripción para una foto distinta.
Es una fotografía turbadora. Y lo digo como halago del fotógrafo, pues la finalidad de toda fotografía es llamar la atención. ¿Sobre qué en este caso? Quizás del peligro que acecha detrás de toda belleza. Las interpretaciones quedan abiertas a la imaginación
Hola a todos. Maravillosa foto y maravilloso blog. Enhorabuena a los dos artistas.
…Parece como si la aparicencia no nos dejara ver ni hablar no?
…al menos eso es lo que me lleva a pensar a primera impresión la foto
El que pueda palpar como tu dices Clara, o ser capaz añado, que lo haga… bueno primero que pregunte… 🙂
un abrazo y feliz feria!
Es una de esas imágenes que no deja indiferente. Al margen de una buena técnica, iluminación etc, la foto da qué pensar. La boca me atrae y me repele a la vez. Tú, como siempre, sabes qué palabras ponerle. Enhorabuena a ambos.
Una foto espectacular. Felicidades.
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