Es verdad que Lola Peralta Revuelta es una novia guapa, que derrocha una elegancia que remite a otras épocas vestida por Roberto Diz. Es verdad que la foto en blanco y negro le imprime esa pátina de eterna, por la que el tiempo pasa de puntillas, sin apenas rozarla. Pero Lola Peralta es como todas las novias. Simboliza un momento de su vida fronterizo, donde se asoma a un blanco horizonte. Un blanco horizonte que a partir de ahora pintará en común con toda esa paleta de colores que ofrece el calendario. Del azul al malva; del verde al magenta, del ocre al blanco o al gris y vuelta a empezar. Un mosaico en el que se irá entrelazando la vida. Esa vida en la que ahora piensa a ráfagas, porque en este día todavía se está despidiendo del presente, aunque el futuro ya tenga fecha fija.
(Foto: Falique Moreno www.falique.net)
3 comentarios
Que bello horizonte tiene ante sí esta preciosa novia.
Hermosa fotografía, me gustan las novias en blanco y negro.El traje es muy elegante y el ambiente selecto.
Enhorabuena!!!
Esta novia va muy guapa y muy elegante. ¿Tiene algo que ver con la modelo Revuelta? Si es así, se ve que los genes han hecho bien su trabajo. La foto me agrada mucho, es muy interesante el juego de figuras geométricas y el punto de fuga. Saludos desde El Port de la Selva
Acabo de conocer este blog porque me han pasado el enlace de esta magnífica foto y un texto tan bien escrito en lo poco que dice pero en lo profundo. Me apunto a este blog. Enhorabuena.
Los comentarios están cerrados