La camiseta de Sánchez Gordillo

En  moda hemos visto de todo, desde la tendencia grunge hasta la vintage hay una serie de fluctuaciones y un continuo retornar cuando las ideas se agotan y se echa mano de las décadas mas influyentes, como las de los cincuenta, sesenta u ochenta. En fin, eso que se ha dado en llamar eclecticismo y que a veces viene a significar apostar por lo seguro. Pero nunca pude imaginar que la cadena H&M pusiera los ojos en Juan Manuel Sánchez Gordillo, líder del SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores), antes del SOC (Sindicato de Obreros del Campo), diputado andaluz de Izquierda Unida, y alcalde de Marinaleda. Los establecimientos «Weekday», filial de la cadena, han lanzado al mercado una camiseta, muy austera, eso sí, dedicada a este «Robin Hood» español. La camiseta en cuestión lleva un gran puño a la altura del pecho, del que sobresalen algunas hortalizas, rodeado por la leyenda, en inglés, por supuesto, «comida para el pueblo». A la altura del estómago, más o menos, encontramos otra consigna: «Un mundo sin hambrientos», encima del nombre del líder del momento, al que muchos europeos han arropado con la aureola romántica que dejaron en el imaginario popular aquellos viajeros que en el XIX pintaron una España de  justicieros bandoleros, que robaban al rico para dárselo al pobre. La camiseta, con muy buen criterio, la acaban de retirar esta tarde del mercado. La presión de las redes sociales, que es ahora lo equivalente a crítica y público, ha sido determinante.

Juan Manuel Sánchez Gordillo, abanderado de una particular lucha contra la crisis, ha participado en asaltos y tomas de fincas con la ventaja sobre sus adláteres de ser  aforado; es decir, de  no poder ser juzgado como cualquiera por su condición de parlamentario. O sea, un claro ejemplo de aquel aforismo que llamaba capitán Araña al que embarcaba a todo el mundo y luego se quedaba en tierra. Ahora, además de haber puesto de moda entre sus seguidores el pañuelo palestino, que luce con tanto desparpajo, es objeto de interés por parte de una cadena alemana, que ve en su peculiar  solidaridad  (con los bienes ajenos todos somos muy solidarios) el personaje idóneo para formar parte de la colección «El espíritu del tiempo». Los directivos de la cadena, según leo en El Economista, han decidido lanzar cada semana una camiseta impresa con algún motivo de actualidad que refleje el espíritu de nuestro tiempo y que será vendida en estos establecimientos cada viernes a partir del mediodía. Espero con interés que una de estas semanas pongan de moda a alguna de esas personas que llevan años empleando su tiempo y su dinero en atender a los necesitados, sin recurrir a los mediáticos asaltos a supermercados ni entrar a saco en las fincas. Pero, claro, eso no le sería tan rentable a la cadena de moda.