Los vi en Instagram, el escaparate virtual más efectivo, y claro, me gustaron. Son bolsos artesanos, de cuerda, realizados con el mimo, la paciencia y el esmero de todo lo hecho a mano. Y son de aquí, de España, de Castilleja de la Cuesta, Sevilla. Su autora, Ana Moreno, tiene una larga e intensa trayectoria vital, ligada siempre al sector de la moda. Trabajó para los andaluces universales Victorio y Lucchino, montó después su taller de costura a medida y con el tiempo se ha lanzado a crear su propia marca, Zerafet @bolsoszerafet, que significa en turco elegancia en cuerda. Hoy es nuestra artesana invitada en telademoda.com.
«Desde niña, siempre he tenido una labor entre manos. Estudiaba y en mis ratos libres, cosía, pero también me apasionan las manualidades. Antes de la pandemia le hice un bolso de cuerda a una de mis tres hijas, gustó tanto que se lo tuve que hacer a las demás, pero también llamó la atención de sus amigas y ese fue el inicio de todo. Empecé a darle vueltas a mi imaginación y a crear distintos modelos. Los presenté en el mercado artesanal de El Postigo, en El Arenal, y puse un stand fijo, pero llegó el Covid-19 y, como todo el mundo, tuve que cerrar durante ese tiempo. Una vez vuelta a la normalidad, lo reanudé y ahora es uno de mis puntos de venta».
Los bolsos Zerafet también están presentes en el patio de la Diputación de Sevilla, no solo en la Feria de Artesanía, sino también en la que se convoca para las mujeres empresarias de distintos sectores y de diversos lugares de la provincia. «Están todos cosidos a mano, aquí no hay ni silicona ni pegamento y además de cuerda empleo hilo encerado, botones y piedras. Todos llevan forro y bolsillos interiores y es verdad que las redes sociales me han dado un gran impulso. Tanto Instagram (@bolsoszerafet) como Facebook, donde tengo una página (www.facebook.com/zerafetcuerdatrenzada), son dos importantes focos de atracción de clientela».
«Mi clientela es de clase media, aunque tengo que reconocer que en el mercado de El Postigo los que más compran son los turistas. En España siempre ha habido muy buenos artesanos, pero los españoles, parece que eso forma parte de nuestra idiosincrasia, nos avergonzamos de lo nuestro y copiamos lo de los demás. Sinceramente, no hay precio que pague tantas horas como echamos, pero el que sabe hacer el trabajo, sabe valorarlo. Cuando veo las obras de un carpintero, de un alfarero, siempre me digo que tienen un don en las manos, pero también en la cabeza. La artesanía es todo para mí, ideo mis diseños, pero también doy libertad para que se pueda elegir la forma, el color y el tamaño».
Ana Moreno me cuenta que cuando tenía su taller de ropa a medida en Castilleja de la Cuesta, prefería perder dinero en una prenda por pagarle a una empleada como se merecía. «En todas esas cadenas de ropa barata tienen a la gente esclavizada, trabajando por una miseria para uniformar al mundo. Porque estamos uniformados en todos los ámbitos. Las casas, por ejemplo, son todas iguales, por eso nos fijamos tanto en las fachadas de los edificios antiguos. Nos estamos haciendo iguales, no exteriorizamos nuestros sentimientos, no empatizamos y las redes sociales fomentan esta manera de ser, aunque nos sean a todos tan necesarias. Tienen su cara, pero también su cruz».
Si le pregunto qué es para Ana Moreno la moda, me contesta con aplomo que siempre le gustó la elegancia. Quizás por eso, cuando buscaba cuerda en distintos idiomas para bautizar a su marca, se quedó prendada del significado de la palabra turca Zerafet. «Desde pequeña me atraía ese mundo. Mi madre bordaba muy bien y recuerdo que me regaló una máquina de coser de manivela. Medía 25 centímetros y a ella se la había regalado mi abuelo. También me sentaba a ver lo que hacía la modista que venía a casa, ¿te acuerdas cuando iban las modistas a coser a las casas?» Ahora, Ana Moreno se ha decantado por los complementos y hace bolsos a mano. Y sus bolsos tienen cuerda para rato…