Volvemos a invitar a telademoda a la firma Pla (pla.org.es), una firma sui géneris que hace calzado y ropa alejadas de la sofisticación, prácticas y cómodas, pensando en las personas de vida sencilla que las vestirán y calzarán y en las que las fabrican. Sí, una firma peculiar desde que fuera fundada en el año 2012 por Irene Peukes. En esos momentos no existía aún el «boom» de la moda sostenible y la concienciación por la salud del planeta sólo era un atisbo, al igual que el respeto por los derechos de los trabajadores y el freno al consumo exacerbado. Su lema es la esencia de la firma: Más manos, menos máquinas. Pla es un canto a la artesanía. Un canto de voces muy afinadas.
El nombre de la firma proviene de una comarca situada en el centro de la isla de Mallorca llamada Pla, donde la vida transcurre de forma apacible y serena con un gran sentido de comunidad. Una vida que me recuerda al experimento de la isla de Culatra, en Faro, donde sus cuatrocientos residentes practican la economía circular. Un ambiente propicio para desarrollar un proyecto como el de Irene Peukes. Este sentimiento de comunidad reside en el espíritu de esta firma cosmopolita con un concepto de moda universal, apoyada en lo local, en la cercanía del trabajo artesano, aunque suene paradójico. He aquí la diferencia que convierte a sus prendas y a su calzado en especiales y únicos.
La máxima de Pla es el respeto tanto a la naturaleza de la que obtiene las materias primas, como a las personas que hacen realidad los diseños de Irene Peukes. En Pla se hacen zapatos de yute unisex a través de una cooperativa de mujeres de Bangladesh, según las directrices del Comercio Justo. Cada zapato se hace con una trenza de yute que artesanos mallorquines rematan y montan con la suela. Los zapatos han sido bautizados con sugerentes nombres que evocan distintos lugares de Mallorca: Bonanova, Tramuntana o Lluc. La colección textil, por su parte, está integrada por prendas en algodón, tejido por una cooperativa de mujeres en Guatemala.
El patronaje es clave, ya que la idea es aprovechar al máximo el tejido, que es dónde realmente está el valor de la prenda, que se teje según técnicas ancestrales de la zona. No se puede, por tanto, desperdiciar nada. Además de prendas textiles, Pla también cuenta con una colección de sandalias con cintas bordadas y suela de madera que rematan y montan artesanos mallorquines. Pla sólo utiliza tejidos y materiales naturales, sostenibles, que ayudan a comunidades autóctonas a labrarse una forma de vida respetuosa. Más manos, menos máquinas, es su lema, porque Pla cree que hay una manera de vivir y de consumir diferente: con la cabeza y los pies en la tierra.