La moda siempre se anticipa. Un factor que durante la pandemia se puso en tela de juicio, incluso por el gran Armani, Giorgio. Pero el sector es una cadena con una serie de eslabones que necesitan saber qué se llevará cuando haga frío, aunque se muestre en plena ola de calor. Las paradojas del ser humano. No sé si la Inteligencia Artificial le dará la vuelta como a un calcetín. Lo que sí veremos a la vuelta del verano será la colección de Lebor Gabala (www.leborgabala.com), que ha exhibido en «080 Barcelona Fashion» El lugar elegido para mostrar su colección «From Day to Night 23/24» fue el Recinto Modernista de San Pau, antiguo Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, uno de los edificios más destacados de la arquitectura modernista de la Ciudad Condal, proyectado por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner.
En la colección, todo parte de la versatilidad, que es un término muy utilizado últimamente. Si nos ponemos a hacer memoria, se consolidó en nuestras vidas tras la pandemia. Ahora, que una prenda sea versátil es un activo, un plus para adquirirla en esa carrera que, al parecer, estamos a punto de ganar de la calidad frente a la cantidad. Es una colección sofisticada y femenina para llevarla tanto por el día como por la noche y la base para crear un fondo de armario con más cabeza y menos impulso consumista. Este tipo de prendas permite que su usuaria despliegue esa creatividad que todas llevamos dentro y que andaba relegada, porque antes, todo o casi todo, nos lo daban hecho.
La colección lleva el sello de la Casa; es decir, colores vivos, materiales de calidad y una impronta favorecedora y estilosa, ese adjetivo que todo el mundo quiere asociar a su personalidad, porque es la clave del éxito. Vamos a ir desgranándola: Abrigos largos hasta el tobillo de lana de alpaca y tejidos en jacquard, tela lisa con un tacto suave que puede ser de seda o satén y que por la densidad de sus hilos suele ser una tela un poco más pesada y compleja que otras. El jacquard de Lebor Gabala es de cuadros, espiga o degradé. Lo combinan con jerséis de lana merino y cachemira, lana merino extrafina y seda, en colores lisos, rombos de colores y líneas bordadas o pintados a mano.
El equipo se completa con pantalones de pana blanda y suave en terciopelo o sarga de lana, que le dan un toque desenfadado y original. El camel y el gris son los colores estrella, pero sin olvidarse del verde, el rosa o el malva que le dan ese tono de vivacidad a los apagados días del invierno. La novedad es que la noche se vuelve deslumbrante con jerséis, «tops» y faldas metalizadas con efecto brillante, que nos evocan el cielo estrellado de los meses más fríos del año. Es la alusión a la naturaleza, tan presente en Lebor Gabala desde que iniciara su camino en el sector de la moda con la creadora Maite Muñoz al frente.
Porque Lebor Gabala es la adaptación fonética de Leabhar Ghabhála Erenn, título de un libro de la mitología celta que significa “el libro de las conquistas”. Pero Lebor Gabala es también una firma de moda femenina hecha en España, aunque con repercusión tanto nacional como internacional. En esta firma española siempre han llamado la atención las cuidadas creaciones de Maite Muñoz, que le ponen su particular sello de distinción, cada vez más valorado por el consumidor en un mundo globalizado. El punto es la base de Lebor Gabala, con más de veinte años en el mercado, que la han convertido en un referente para la mujer que exige diseño y calidad. Tanto por el día como por la noche.