Me lo ha recordado Michel Meyer, en un artículo en el pulso. Me ha recordado varias cosas, entre ellas, el tobogán de la vida que es la condición humana. Hoy te suben al pedestal y mañana te bajan con la rapidez con la que se desliza uno por estas rampas. En los años noventa, el ahora denostado genio de la moda apostó por el estilo vagabundo. Los «sin techo» se manifestaron a las puertas de Dior y se armó la revolución. Bueno, la revolución es un decir, porque entonces no había redes sociales que arengaran a la gente. El caso es que ese estilo tuvo su hacedor, al César lo que es del César y no hagamos leña del árbol caído, en el chico gibraltareño que un año visitó el taller de trajes de flamenca de Lina en Sevilla. Los dos se quedaron prendados. El uno, de las batas de cola de la maestra de la aguja; la otra, de la educación y los buenos modales de aquel alfeñique, que chapurreaba el castellano. Ese alfeñique, al que todos elogiaban, cuando tocaba elogiar, y al que desdeñaron cuando la todopoderosa Casa Dior puso bocabajo el dedo pulgar. Una historia con un argumento muy del estilo de las novelas de Balzac. Esas que, como la voluble condición humana, no pasan nunca de moda.
Esta tendencia «homeless», que ha revivido en la actual época de crisis, más virulenta que la de los noventa, es un falso reflejo de la sociedad del momento. El estilo vagabundo o pobre de solemnidad es de un esnobismo hiriente. Si esnob es aquel que imita con afectación a quien considera distinguido, ¿cómo calificaríamos al que compra un pantalón roto de una firma de campanillas al exorbitante precio de 300 euros, unos zapatos zarrapastrosos por 500 o un traje deshilachado por una cifra astronómica?Marcas como Dolce&Gabbana, Givenchy o Dsquared se han unido a la tendencia que hace furor en las mecas de la moda. El estilo pobre de solemnidad es decididamente de ricos; mejor dicho, de nuevos ricos, ansiosos de descollar. De todas formas, y aunque huela a apolillado por el tiempo, yo me quedo con la tesis de Thorsnstein Veblen en su «Teoría de la clase ociosa», escrita a finales del XIX: «Un traje barato hace a un hombre barato». En este caso, un traje aparentemente barato ¿Que es indignante? ¿Que es insultante? No mucho más que llevar un traje de pobre de solemnidad por el precio de un terno hecho a medida.
24 comentarios
telademoda.com gives me so much fun, thanks
visit
muy buenas acabo de enterarme de tu web y la verdad es que me parece genial no sabia de mas personas interesadas en estos temas, aqui tienes un nuevo lector que seguira visitandote mensualmente.
La sociedad sufre bastante del llamado «Síndrome de Dorian Gray». Piensa en la belleza y en su quintaesencia, la moda; pero cuando se quiere reflejar en el espejo de la realidad solo destaca las miserias humanas. Quizás la imagen del momento sea esa, la del vagabundo, el homless, por los derroteros de la crisis. O bien se pretenda reflexionar sobre la pureza de este ideal, frente al corrupto capitalismo; pensemos, por ejemplo en la mentalidad hippy de los sesenta. Pero no lo creo. Tampoco que esta lacra la vayan a sufrir sus amigos y pariente. Y dudo que vayan a quedar a tomar café con algún grupo a modo de alcohólicos anónimos. ¿Entonces? La imagen que da, al menos en la humilde opinión de quien escribe, es que son unos «ricos» que juegan a ser pobres; como en los años sesenta algunos niños bien iban a las comunidades hippies para experiementar qué sentían.
Enhorabuena por este artículo!
Me ha gustado mucho! Iré siguiendo el blog con todos estos temas de radiosa actualidad!
Muy bueno el artículo.El dibujo me gusta, pero se puede estar quieto?
Me gusta mucho el new look del blog. ¡Enhorabuena, Clara! Un beso, guapa.
Uf, me encanta. Felicitaciones
Felicidades por este artículo. Es muy interesante y diferente. Me gusta este blog y el dibujo de Arturo Elena lo realza.
Lo de Galliano fue un castigo de Dior. Ahora nadie se acuerda de todo lo que hizo ese muchacho. Asi es la vida. Este articulo me gusta, pero mas el de la foto de la chica de la mascara. No es normal estas cosas en unblog, poreso me gusta.
Muy elegantón el nuevo diseño. El artículo de los «pobres de solemnidad», muy bueno y la foto de Chema Soler espléndida.
Felicidades, como siempre, poniendolas cosas en su sitio. Yo diria que las tortillas casi siempre estan buenas, de patatas, francesas, camperas , con ajos , bueno para todos los gustos.
Besos.
El articulo es muy bueno, muy profundo. Me gusta y me gusta lo que cuenta de Galliano. Es la rueda de la vida.
Clara, enhorabuena por el nuevo look de tu blog muy bonito.
A mi esto de los homeless no me va mucho yo soy algo mas clasica dentro de una modernidad; Creo que la elegancia consiste precisamente en eso ponerse cada uno lo correcto para su edad y en el momento oportuno.
Besos.
Asun.
Hacía mucho tiempo que no veia la expresión pobre de solemnidad. Recuerdo que cuando niña llamaban a la puerta y decíamos: «Mamá, un pobre». Eran gentes que pedían de casa en casa.
El artículo muy bueno. Felicidades.
Me ha parecido interesante este articulo, sobretodo porque se dicen cosas no es el tipico blog de fotitos. Lo del cuentahilos me ha parecido alucinante. No se quien es clara guzman, pero para mi que es un colectivo. Alguien lo ha dicho y yo me lo creo.
Pues siento decirte que estás equivocado. Aqui no hay colectivo que valga, sino una buena profesional que tiene demasiado amor por el mundo de la moda.
Galiano , sera siempre un referente en esta maravillosa profesion , las ideas politicas que tenga son otra cosa , que no creo que tengan nada que ver con el mundo de la Moda . Creo que es un fenomeno como diseñador . Y pienso que se han equivocado en Dior al prescindir de sus servicios .
Hoy he visto el nuevo diseño del blog y es un buen regalo por el aniversario , felicidades. Lo de la moda ya se sabe, siempre vuelve y como siga la crisis mis vaqueros también se pondrán de moda. Muchos besos.
Pero lo de Curt Cobain no era grunge??? Bueno, bueno… Los hipijis han existido siempre. Niños de papá que van vestidos con desaliño y llevan encima mas ceros…
Muy buen artículo Clara. Besitos
Me parece muy interesante este artículo, Clara.
La verdad es que lo de Dior y Galliano es de locos…
En cuanto a la moda Homeless, esto es algo cíclico, como tú bien dices. En los 90 ya se llevaba ese aspecto desaliaño, acuérdate de Nirvana y todo lo que su filosofía supuso para millones de jóvenes. En efecto creo que en esta ocasión esta recuperación de la moda Homeless es sólo para el que puede «permitírselo». Si Curt Cobain se levantara de la tumba y viera lo que hacemos ahora con su «filosofía» volvería a pegarse el tiro…
Me ha encantado el artículo. Muy original y diciendo muchas cosas. Felicidades. Me apunto a este blog
Asi me gusta, mojándose.
Me encanta. Lo admito. Lo reconozco. No sirve nada memorizar tendencias, ni saberse mil nombres de diseñadores. Si se quiere triunfar como la Coca cola…nada… como ser una pija zarrapastrosa. Besos Clara!!!
Muy bueno. Estoy de acuerdo. Hay mucho esnob en todo esto. Que pena que se juegue con este tipo de cosas y de circunstancias.
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