Los bolsos siempre han sido fieles aliados de la mujer. Ahora y siempre han ido cantando a los cuatro vientos el poder adquisitivo, la personalidad y la manera de ser de su portadora. Dicen los psicólogos, que lo saben todo, que por la forma, el tamaño y la manera de llevarlo, se sabe de qué pie cojea su propietaria. Hoy traemos a telademoda.com, la primera colección de Fátima de Gabriel para su marca DeGabriel. Una marca que lleva el apellido de origen francés de su diseñadora. Originales, distintos, artesanales y hechos en España, en Madrid y Ubrique (Cádiz)
Si «glamour» es la elegancia a través del brillo; o sea, el resplandor de Hollywood, «chic» lo es por su distinción, ese encanto tan francés. En DeGabriel (www.degabrielmadrid.com) los bolsos son de colores clásicos, esos que a veces se pierden en la batahola de tendencias. Su silueta ovalada subraya la distinción de este complemento, que ha sido bautizado Delle, un homenaje de la diseñadora a su madre, a la que llamaban cariñosamente con ese apelativo cuando era pequeña. El bolso, bicolor, se puede encontrar en cuatro tonalidades. Cuatro colores que aciertan de pleno en su conjunción. Son fáciles de combinar y no pasan de moda. Son eternos.
Tenemos el juego bicolor del chocolate con el blanco. Una acertada alianza para la mujer purista; esa para la que la elegancia no puede salirse de unos cánones determinados. Luego está el de color miel o camel, mezclado en dos tonalidades, un clásico que no tiene fecha de caducidad. El negro, de la mano del azul marino, es el súmmum de la elegancia. Dos colores que hablan de una llamativa discreción. Claro que si nos decidimos por el marino aliado con el jade, entonces no pasaremos inadvertidas. Daremos que hablar. ¿Con cuál te quedas?