En el tamaño de los bolsos hay división de opiniones como en los toros. Hay quiénes los prefieren grandes, ajustados a ritmos de vida del tipo si hay un terremoto no te pilla en casa, que decían nuestras madres. Otras se inclinan por los diminutos, un tamaño que no necesariamente está relacionado con la cantidad de secretos que guarda dentro. Un bolso siempre es un misterio y un bolso joya, una deseada incertidumbre.
En telademoda.com hemos descubierto cuatro modelos de bolsos que se pueden encontrar en La Basílica Galería, un lugar difícil de etiquetar, con lo que le gusta a la gente las etiquetas. Cuando lo visité en Barcelona me pareció ajeno al mundo que me rodeaba y por tanto con un sinfín de motivos para chafardearlo a conciencia. Ahora, La Basílica Galería también está en Madrid, así que este templo de lo insólito crece.
Un bolso joya es aquel que se convierte en un preciado objeto por su condición de único o cuasi único; por su diseño, los materiales con los que está realizado o simplemente o quizá por eso, por no discurrir en los carriles, manidos carriles a veces, de las tendencias. Un bolso joya es para ese tipo de mujer a la que le gusta distinguirse y puede, económicamente, hacerlo. También las hay que prefieren poco pero bueno que mucho y desconcertante.
En la Basílica Galería podemos encontrar cuatro modelos de bolsos realizados en madera de acacia. Uno acabado en rojo y lavado brillante, con el interior de piel de ante y una cadena dorada. Un «clutch» con un acabado natural y negro, lavado brillante, interior de piel de ante y cadena dorada; otro de estilo marquetería y un bolso con acabado natural y negro y lacado brillante. ¿Con cuál de los cuatro te quedas?