No es fácil leer esta publicación sobre Jean Paul Gaultier. Y no es fácil por su tamaño, con estuche incluido, no por su contenido. Acostumbrados a los libros electrónicos de bolsillo, este catálogo de la exposición «Jean Paul Gaultier. Universo de la moda: de la calle a las estrellas», es de difícil manejo. Pero vamos a dejar arrumbada a la comodidad, aunque sea por una sola vez, para adentrarnos en esta publicación sobre la trayectoria artística y vital de uno de los creadores de moda más influyentes de la segunda mitad del siglo XX. Este catálogo, que acompañaba la muestra que se realizó del 7 de octubre de 2012 al 6 de enero de 2013, en la Fundación Mapfre, en Madrid, se puede adquirir, por ejemplo, en los VIPS y tiene mucha sustancia. Además de las impresionantes imágenes del diseñador, su obra, sus clientes, sus modelos, contiene una serie de entrevistas, muchas de ellas en exclusiva, a distintos personajes de relevancia de diferentes disciplinas artísticas que colaboraron con el diseñador francés.
Ahí encontramos a Catherine Deneuve, Pierre Cardin, Ines de la Fresange, Pedro Almodóvar, Madonna, Nicole Kidman…El conocido como el «enfant terrible» de la moda por sus diseños vanguardistas y su actitud irreverente, muestra también su lado más familiar y humano, cuando evoca a su abuela materna, con la que aprendió tanto. Florence Müller, historiadora de la moda, es la autora de la interesante entrevista al diseñador, donde sus respuestas son cantos a la sensatez: «Hay mucha más gente que trabaja en el sector de la moda que gente que la lleva. Los grandes grupos han sustituido a los creadores independientes. Estamos más dominados por el «sampling» (muestreo) y por la tendencia a cambiar por cambiar. Pero, lo más preocupante es la progresiva desaparición de los oficios ¿Qué va a ser de la mano de obra francesa, italiana, europea? El prêt-á-porter de lujo actual es más caro que la alta costura de los años treinta. Aunque China asegure una buena producción de prêt-á-porter, de momento carece de lo necesario para realizar productos de lujo». Sí, se necesita un atril y estar en forma para leerlo, pero merece la pena.