El abrigo, que fue ninguneado hace unos años por la tendencia de ir vestido a capas, o modo cebolla si nos ponemos castizos, ha vuelto por sus fueros para decir aquí estoy yo y quiero mi trono. Y en su trono está, al menos esta temporada de otoño-invierno, donde reina con todas las de la ley. Abrigos hay muchos, pero inmortales, pocos, como los que acaba de lanzar Acosta. En telademoda.com te invitamos a verlos.
Personalmente creo que un abrigo es una pieza de esas que hay que tener en primera línea de armario. Una pieza de batalla. Pero para que sea de batalla tiene que ser bueno; es decir, reunir esas cualidades tan necesarias para que no se muera de tendencia en una temporada. Tiene que estar bien cortado, con un tejido o piel de calidad y con una hechura clásica; o sea que reviva con los años. Muy «chic» para entendernos.
Lo «chic» es lo que perdura, como entienden la moda los franceses, lo que nunca muere, lo que adquiere solera con el tiempo. Pero Acosta es, además, de casa. Una marca hecha en España, que ha elaborado distintos modelos para ir a buen recaudo esta temporada: abrigos, chaquetas y estolas, de diferentes colores, desde el azul y rosa cuarzo al famoso marsala y al musgo y con pieles de primera categoría.
España es un país que produce pieles de gran calidad, aunque estemos acostumbrados a preferir las foráneas. Ya saben, cosas de nuestra idiosincrasia. Pero al entendido en la materia no se le escapará apreciar que estas piezas de Acosta están realizadas con pieles escogidas de cordero lechal, marmota, «mouton», rexo y «napalan». Además, son reversibles y así se les saca mayor partido. ¡Pues a por un Acosta!