Que Oh!Soleil (http://ohsoleil.com) es una marca de ropa infantil singular ya lo sabíamos, por eso bautizar con este adjetivo a su última colección otoño-invierno 2016-17, que acaba de presentar en FIMI, es recalcarlo por si sus usuarios no se habían percatado. En esta nueva propuesta da el campanazo con dos líneas bien diferenciadas. Una, para niñas desde los 2 a los 12 años y otra para «teens» desde la talla 12/ XXS, a la 18/M.
Los que no tienen niñas en esa edad que en castizo se denominan «pollitas» y que, con esa manía de copiar lo foráneo son «teenagers o teens» no saben de las auténticas batallas dialécticas, a veces campales, que se organizan a la hora de vestirlas. Es un hueso duro de roer equipar a esas criaturas que quieren un estilo, la madre otro y el mercado las ignora.
“La ropa que quiere una chica de 16 años no tiene nada que ver con la que quiere una mamá para su hija de 6”, dice Mercedes Duque, directora creativa de Oh!Soleil. Evidentemente, añado yo, entre otras cosas porque la madre, si tiene memoria histórica, recordará lo que sentía cuando con doce años pretendían vestirla igual que su hermana de siete. Si es que los psicólogos tienen ahí un buen filón…
Pero sigamos con la colección que, según apuntan sus creadores, aúna todas las tendencias habidas y por haber. O sea, un amplio abanico o un totum revolutum, a elegir, encaminado a reivindicar el estilo propio de la «pollita», que tenerlo lo tiene. Invita a mezclar, a combinar, a trazarse el camino a seguir para distinguirse partiendo de unas prendas con fundamento.
Un sinfín de detalles componen esta colección, donde destacan siluetas fluidas, mezcla de tejidos, drapeados elásticos, bordados de abalorios, cintas decorativas, volantes, cremalleras, encajes, tachuelas, gráficos en relieve, hilaturas metalizadas o destellos de neón. Juego de color entre gamas frías y cálidas que van del aguamarina al rosa cuarzo, el borgoña, el azul noche, el negro, el topo y el verde caqui.
Y como siempre, una selección de estampados que imponen el sello Oh!Soleil en cada prenda: de las manchas de color, los «print» ópticos y caleidoscopio, a las libélulas, mini mariposas, micro flores, topos, estrellas y motivos «animal print». Claro que lo más importante de la colección es verla, tocarla, y después tomar las decisiones. Las «pollitas», las «teenagers», saben lo que quieren.