Fabiola García-Liñán además de hacer unos trajes de flamencas sin perder la esencia, que es lo mismo que sin perder el norte por mor de las tendencias, es una afamada diseñadora de lencería. De esa lencería de toda la vida, vintage la llaman ahora, en la que desde la primera hasta su última puntada están hechas primorosamente. Una lencería que nunca pasa de moda, porque lo bien hecho no sólo bien parece, sino porque la artesanía, tan poco valorada en nuestra tierra, se ha convertido en el lujo del siglo XXI.
Me gusta cómo habla esta cordobesa afincada en Sevilla de su lencería. Sin caer en ñoñerías, sin esa doble moral pacata que muchos esgrimen cuando de lo que se trata es de elogiar un buen trabajo. ¿Que traspasa las barreras de lo público? Sí, claro, nadie sale a la calle vestido de esta guisa, pero si se puede ser elegante incluso desnudo, imagínense con una de estas prendas que acarician la piel, femeninas, cómodas, confortables y, ¿por qué no? sexis.
«Con mi línea de lencería llevo veinte años. Empecé después de los trajes de flamenca, que es un sector estacional y lo hice sobre todo porque me gusta la costura primorosa y la lencería de calidad la demanda. Pero también porque me es familiar. En mi casa, mi madre era muy aficionada a cuidar mucho la ropa interior. Recuerdo cómo realzaban su belleza esas batas de terciopelo con los cuellos de raso o seda. Son imágenes que me han hecho amar la ropa interior».
«Porque si uno no está en condiciones por dentro, la ropa que llevemos puesta no queda igual. La mujer para estar guapa tiene que sentirse guapa y esa belleza surge del interior, tanto como persona como por su indumentaria. Creo que el contacto entre personas es maravilloso, así que el contacto de la ropa con tu piel es como una suave caricia, cuando es de calidad y como un pinchazo si carece de ella. Es importante gustarnos aunque durmamos solas y si lo hacemos acompañadas es un regalo diario que le haces a tu pareja».
Dice Fabiola que en la lencería los diseños no se renuevan con tanta frecuencia, que su colección está plagada de tejidos sedosos de mucha caída y en colores pasteles y suaves. En sus camisones, batas y pijamas no faltan los encajes franceses de Alençon. Y entre su clientela las entusiastas novias, como la joven profesora de universidad que acaba de comprarse un conjunto nupcial; así como las señoras a partir de los cincuenta, que renuevan el ajuar para viajar con sus maridos. La estrella es una bata de encaje para cuando peinan y maquillan a la novia el día de la boda.
La colección de lencería de Fabiola, que aparece en las imágenes lucida por Esther Caballero en un reportaje de José Luis Navarro, realizado en las instalaciones de Cristina Rivero, ha emprendido el vuelo. Además de en su tienda de la calle Muñoz Olivé, 7 de Sevilla, se puede encontrar en un córner de Old Things, en el barrio de Salamanca de Madrid, y próximamente en la Costa del Sol. En todos estos puntos de venta, además de en su tienda online ( www.fabiola.info) se podrá apreciar que la ropa interior de Fabiola va como la seda.
2 comentarios
Hola, me gustaron mucho su línea de camisas.
tengo tienda de camisas de dormir en Chile y busco marcas que sean complementarias a mis prendas, ustedes distribuyen a Chile?
Gracias
Susana
+5699234107
Estimada Susana, muchas gracias por ponerse en contacto con nosotros. En principio no distribuyo en Chile pero nunca es tarde para empezar. Acabo de publicar una tienda online en la que puede ver algo de esto y precios. Mi colección es más amplia que la de la web. Si lo desea puede contactar conmigo via correo electrónico y lo hablamos.
Un saludo
Fabiola
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