La guapa gente sana del Metropolitan

«La Fortuna favorece a los audaces», escribió Virgilio en La Eneida. Y cualquiera de los escritores contemporáneos podría seguir su estela adaptando la frase a los tiempos. La Fortuna favorece a quien hace ejercicio. Hoy la gente guapa es la gente sana. No aquella que muestra un cuerpo saturado de músculos, no. La gente sana es aquella que exhibe un cuerpo 10- si es 7 tampoco le vamos a hacer ascos- gracias a practicar gimnasia corporal y mental.

El otro día visité las instalaciones del Metropolitan, en Sevilla, de la mano de Carlos Telmo. Bueno, de la mano más bien no, porque él iba en plan «Forrest Gump» caminando sin parar por una cinta, pero no de película, sino de las que te rebañan la grasa y te quedas a tono con los tiempos.

El Metropolitan de Sevilla está en la calle Eduardo Dato, 49 y es un pedazo de gimnasio, de esos que no parecen que vayas allí a sudar la gota gorda. No, al Metropolitan parece que vas a hacer negocios, a quedar con los amigos, a tomar un té, a relajarte, en una palabra. Tiene ese aspecto saludable, higiénico y sedante de los centros de salud de allende las fronteras. De esos que se ven en las películas modernas y que nunca te imaginas que te van a poner en tu calle, al doblar la esquina, por ejemplo. Te haces socio del Metropolitan en Sevilla y al momento ya lo eres del resto. Es decir, que si vas a Barcelona, a Madrid, a Valencia o al resto de ciudades donde tiene abiertas sus puertas puedes solazarte igualmente.  Nada más entrar lo que más llama la atención, aparte de los sofisticados aparatos para ponerte en forma, es su limpieza, hoy tan demandada por una población a la que apabullan con la imperiosa necesidad de rodearse de pulcritud. Sin problemas, en Metropolkitan está todo escamondao, que diría un castizo.

En Nirvana

En sus más de dos mil metros cuadrados hay de todo y por su orden: salas de fitness, de cycling, estudios de Pilates, piscinas de natación, pistas de atletismo, de squash, de pádel, de tenis…de lo más nuevo del mercado para dejar de estar blandito, en genérico, o sea, que aquí también entramos nosotras. Y de lo más nuevo también para estar bello en unas cabinas amplias y dotadas con todo lo necesario para no parecer que te depilan en una lata de sardinas. Allí se olvida uno hasta de la conjunción planetaria, así que de la crisis ni te cuento. A ver quién se va a acordar de la anorexia económica mientras le hacen un tratamiento facial o alcanza  el Nirvana (que no es tan fácil ) con un shiatsu.

Si lo suyo es moverse como pez en el agua, vaya al balneario. Coronado por una sugerente cúpula, cuenta con una piscina de efectos termolúdicos. Un término que, como comprenderán, da mucho juego. Hay baños turcos, saunas, duchas especiales…  Es decir, que uno se moja, pero se moja con estilo.

Los vestuarios son amplios, completos y dotados de todas las comodidades para que el cliente se sienta como en su casa, no en vano en la actualidad esta cadena de centros de deporte y salud cuenta con 45.000 socios en las principales ciudades españolas. Metropolitan inició su andadura hace veinte años con una clave empresarial que le ha reportado grandes beneficios. A saber: ofrecer un nivel de servicios e intalaciones de altísima calidad pero a precios muy competitivos. O sea, que a sus gimnasios podemos ir hasta los periodistas.

Diseño de vanguardia

Si la Fortuna favorece a los audaces, todo aquel que se deja la pereza en casa para enfundarse el equipo de esculpir figura, tiene la recompensa, como amante de la estética en toda su amplitud, de asistir a un local de diseño de vanguardia. En el año 2002 Metropolitan Abascal recibió el primer premio de diseño y arquitectura al mejor local comercial concedido por el Ayuntamiento de Madrid. Su arquitecto, Esteban Becerril, es también el responsable de los centros de  Sevilla, Barcelona, Vigo, Zaragoza. Asimismo, arquitectos como Richard Rogers (Metropolitan Gran Vía), Alonso i Balaguer (Metropolitan Galileo y Sagrada Familia) e Isozaki (Metropolitan Bilbao) son responsables del diseño de los edificios de algunos de los centros de la cadena.

¿Algo más? Pues sí, una vez que se acaba el ciclo de llegar, cambiarse, mover el cuerpo en distintas posiciones, ducharse y acicalarse, hay una zona social equipada con biblioteca, wifi y prensa. O sea, que al Metropolitan de Sevilla, que dirige Jorge Rodríguez,  no le falta un perejil. ¡Ah!, Carlos Telmo no estuvo todo el tiempo haciendo camino al andar. Cuando cumplió con su cometido gimnástico se incorporó al grupo rezumando salud, porque ahora la gente guapa es la gente sana.