Seguimos hablando de artesanía aquí, en telademoda. De artesanía y de técnicas y procesos tradicionales puestos al servicio de la creatividad de una firma de joyería sui generis nacida en Madrid a finales de los años noventa. «Uno de 50» (www.unode50.com) es una marca «made in Spain» que opera físicamente en cuarenta y ocho países y a través de su canal «online» llega a más de ochenta mercados. Junto a una red de ciento treinta tiendas propias en las principales ciudades del mundo, también está presente en unos dos mil quinientos puntos de venta. Hoy traemos a la colección Identity, compuesta por siete cápsulas que irán saliendo a la venta de forma escalonada hasta Navidad.
La primera ya se estrenó el 13 de junio y como corresponde a su temporada, el verano, está llena de color. Se han utilizado materiales como la amazonita natural, distintos cristales artesanales y la sempiterna perla, pero con un aire muy vanguardista. Una perla adaptada a la mentalidad actual. De las que no te echan años encima, sino de las que te aportan dinamismo y modernidad. Para los que prefieran esperar a la cápsula que saldrá en otoño, les adelanto que tendrá como estrella a la libélula, un motivo emblemático de Uno de 50. La Navidad, por su parte, nos traerá los cristales facetados, así como dos joyas en edición limitada de cincuenta unidades, que estarán disponibles en puntos de venta seleccionados de todo el mundo.
Desde sus inicios, Uno de 50 tuvo como objetivo distinguirse de las piezas de joyería que había en el mercado. «Las nuevas joyas son el resultado de la reinvención del espíritu creativo y de la vocación artística de la marca en torno al concepto de identidad», dicen sus creadores. «Identity -añaden- permite mostrar lo que caracteriza a cada persona, lo que determina sus gustos, necesidades, prioridades y acciones. De este modo, las nuevas joyas de Uno de 50 revelan lo que nos hace únicos y permiten defenderlo con orgullo, fuerza, personalidad, atrevimiento y seguridad. A su vez, dentro de nuestras diferencias, siempre existe un espacio compartido con el otro, que se transforma en el vínculo especial que nos une». O sea, la distinción como razón de ser, de sentirse único, pero a la vez en perfecta armonía con los demás.