La moda es imparable. Así acaban los creadores: exhaustos, consumidos y secos como la mojama. Claro que la mojama está para chuparse los dedos. Se ha hablado tanto del estajanovismo al que las marcas someten a los diseñadores que ya llueve sobre mojado. Tampoco voy a escribir un tratado al respecto, que es agosto, en Sevilla nos derretimos y la gente quiere alegría, Macarena. Hoy traigo a telademoda la colección pre-fall; es decir, de entretiempo, de Tommy Hilfiger. Es una marca a la que llaman «preppy», que traducido al español sería pija o de niños pera. Pero a servidora le gusta. Tiene piezas básicas de calidad y sus colores principales son los que hemos combinado toda la vida.
Menos mal que, como suele suceder últimamente, la colección es un revivir el pasado, pero con esas pinceladas de actualizaciones que la ponen a estrenar. ¿Qué es lo que se van a encontrar los entusiastas de Tommy Hilfiger? Pues a medida que bajen las temperaturas (que bajen, por favor, que bajen) camisas con botones de manga larga, blazers de lino o la famosa camisa Oxford, diseñada con un toque diferente. En cuanto al clásico estilo de vida náutico estadounidense, que siempre ha inspirado las colecciones de Tommy Hilfiger, se ha adaptado a una versión moderna. Más minimalista, quizás. Con el polo actualizado y la incorporación de la clásica franja náutica en camisetas, suéteres y vestidos.
En esta colección de entretiempo, en Sevilla esa estación no existe, hay otras novedades. Aquí pasamos del calor achicharrante al frío de témpano. Quien diga que en Sevilla no hace frío es que no ha estado en Sevilla. Pues la novedad más relevante es la gabardina, prenda esencial -a ver si llueve- a la que le han dado más cuerpo, como si le otorgaran una importancia mayor en el guardarropa. Pero también vuelven las chaquetas bombers y la mezclilla clásica. Es una colección que se nutre de la herencia que ha ido gestando esta marca surgida en 1985. Un inversionista llamado Mohan Murjani convenció a Tommy Hilfiger, que llevaba en el sector desde los 18 años, de lanzar una marca de ropa con su nombre y diseñada por él. Y aquí sigue, donde el rojo, el blanco y el azul, los colores de la bandera de los Estados Unidos, son la enseña de su firma.