Rocío Porres dice que es un lujo que sus piezas se distingan. Pero, ¿cómo no se van a distinguir si son joyas como soles? Conozco a esta artesana joyera desde que, a finales del año 1999, se empezó a adentrar en el mundo de las piedras preciosas. Tanto le apasionó el oficio que estudió Gemología. Ahora continúa su camino con el mismo fulgor y entusiasmo con sus piezas en oro, plata o bronce. Pasen y vean.
Desde la calle Archeros, 19, en pleno centro de Sevilla, Rocío Porres dicta su peculiar moda en joyería. Porque ella no sigue tendencias, sigue su instinto y su inspiración, que siempre la llevan a la arqueología, a las joyas antiguas, a los museos y a sus numerosos libros sobre el oficio.»Es verdad que hago lo que me gusta, pero a veces me sorprendo cuando compruebo que me suelo adelantar a las modas».
Rocío Porres modela sus piezas en bronce. Tiaras, cinturones, pendientes, peinecillos, que tienen, sobretodo entre las novias, ese gancho de lo hecho para gustar pero también para que perdure en el tiempo, aunque a veces se transforme. Porque entre sus clientas suele ser costumbre que lo que fue una tiara el día de su boda se convierta en un broche o en un collar. Piezas que son para la eternidad.
El año 2009 supuso un hito para la marca. Rocío Porres cambió su imagen y rescató aquel cariñoso apelativo que le puso un amigo: Girasol. «Quería una imagen más fresca, más cosmopolita y el girasol es ahora mi logotipo». Un girasol que también es un original reloj, que acaba de presentar en sociedad. «Me divirtió la idea de contar en mis colecciones con esa pieza de joyería, así que lo diseñé y me lo hacen en Córdoba».
Porque Rocío Porres es un marca España, todo se realiza en Madrid, Barcelona, Córdoba y Sevilla. Y como no para de crear, acaba de lanzar una colección con visos sentimentales, «Homenaje a mi tata». A su tata Juana, que siempre decía ramito, en lugar de estampado. Una colección en bronce de tiaras, pulseras, peinecillos, pendientes, que está siendo muy bien acogida, al igual que sus tiaras esmaltadas.
Claro que si alguien quiere la misma pieza en otro metal, oro o plata, se hacen, al igual que los anillos de pedida por encargo o la transformación de joyas. Rocío Porres, que se siente indefensa ante los intrusos que invaden su oficio, dice que en la joyería hay épocas y piezas, pero Cartier le fascina. Lo mismo que aquí y ahora fascinan sus joyas, que también se pueden adquirir online en su web (www.rocioporresjoyas.com).
1 comentario
Hola a todos. Me encantan las tiaras, todas las que aparecen aquí. Son muy distintas a otras que veo por ahí. Muchas felicidades a la diseñadora y a Clara Guzmán por explicarlo todo tan bien.
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