Sí, Desigual está cambiando y para bien. Ya lo escribí, aquí, en telademoda.com y lo reitero. Ahora el colorido está medido y pesado, sin dejar de ser una ropa chula, como chula es la vida si vistes de Desigual. Ahora los colores tienen hasta sus pautas de concordancia. Sí,eso que siempre hemos dicho de pegar. ¿Me pega esto con esto? Pues Desigual se despide de la anarquía cromática y da la bienvenida al colorido cabal.
Pero como en los toros, habrá división de opiniones. Sí, de los que prefieran el estallido de color sin tasa ni medida y los que se inclinen por ese halo de «cordura» echando mano del colorido clásico. Esta línea «Sailor», Marinera, para entendernos, recuerda a las colecciones «preppy» de Tommy Hilfiger, donde el blanco, el rojo y el azul marino se dan la mano como clásicos y elegantes colores de toda la vida.
Personalmente, me gusta esta colección. La veo certera, ponible, ese adjetivo que la RAE no acaba de darle el visto bueno, cuando en la calle lleva años campando por sus respetos. Me gusta esta línea marinera, un estilo de toda la vida, pero ahora «made in Desigual». ¿A que es chula? A mí, al menos me lo parece. Las líneas están depuradas y son prendas que pueden vestirlas mujeres de todas las edades. Eso sí que es un logro.
Esta línea se engloba dentro de la colección de primavera-verano 2018 titulada «Unexpected», que dirige el flamante director artístico Jean-Paul Goude. La colección se ha inspirado en un recorrido a través de los diferentes tipos de selvas, donde se combinan las referencias interculturales, en un abanico de color, creatividad y optimismo. Hay de todo, lunares, estampados, diseños holgados…,pero yo me quedo con Desigual, a raya.