Margarita Rivière y el pop español

 

Margarita Rivière es una periodista catalana que ha escrito mucho y bien sobre la moda. En 1964 empezó a colaborar con Marie Claire y posteriormente fue directora de la agencia Efe en Cataluña, además de formar parte del equipo fundador de El Periódico de Catalunya. Antes, al menos, para escribir de moda había que estar formado y no sólo ser periodista. He conocido a licenciadas en Bellas Artes o incluso urbanistas- el caso de Lola Gavarrón-que escribían crónicas con mucho conocimiento de causa. Y con mucha enjundia.No quiero decir que en estos momentos no haya buenas plumas. Me descubro, por ejemplo, ante Eugenia de la Torriente, colega de El país.

 

Ahora, Margarita Rivière acaba de exponer por primera vez una serie de dibujos inéditos realizados en 1967, cuando tenía 22 años y quería ser diseñadora de modas. Antes, en 1963, su padre, publicista de profesión, la matriculó en el Cours Berçot de Dessin des Modes, de París, un lugar mítico en el que  dibujaba Kenzo. Lo cuenta en un artículo en «La Vanguardia», donde habla de su regreso a Barcelona bien empapada de la efervescencia del momento en música, moda e ideas.

 

Los dibujos se pueden ver,  hasta el 30 de marzo de 2014, en el Palau Robert de Barcelona, en el Paseo de Gracia, 107, dentro de la muestra «Barcelona prêt-à-porter (1958-2008)», una exposición cuyo comisario es Josep Casamartina i Parassols y de la que adelantamos algunos de ellos en esta entrada. Son dibujos un tanto inocentes, muy de juventud, de cuando se está a la expectativa de todo.  Y Margarita Rivière estaba calentando motores para llegar a ser una de las mejores expertas en moda;  en sociología de la moda.

Estos dibujos del pop español, del ingenuo pop español, como lo define ella en un artículo en «La Vanguardia», son un reflejo de las vivencias de una chica que había llegado de París con el encargo de ser corresponsal de la revista Marie Clarie, donde ejerció desde 1964 a 1968. Un año después, como ella misma confiesa, dejó de dibujar. Pero empezó a escribir y a dejarnos una serie de obras que no pueden pasar inadvertidas para quien se quiera tomar en serio la moda.

«La moda: ¿comunicación o incomunicación?», con prólogo de José Luis Aranguren fue el que abrió una brecha que siguió con «Historia de la media» o «Lo cursi y el poder de la moda», premio Espasa de Ensayo de 1992. Un interesante e innovador estudio si tenemos en cuenta la fecha de su publicación. Rivière  exponía que en los países ricos todo se regía por la moda, incluso la política, la economía y la información. Pero, ¿por qué lo cursi? Porque «lo cursi nace en las sociedades consumistas: es una estética que intenta construir un paraíso artificial, como culminación de un proceso iniciado con la revolución industrial».

 

En esas fechas, las nuevas tecnologías todavía estaban en pañales en España, pero se vislumbraba la importancia que iban a adquirir en la siguiente década. Además de la exposición de sus dibujos de juventud, Margarita Rivière va a reeditar su «Diccionario de la moda», una obra clave de consulta, que además, en su primera edición, estaba ilustrada con dibujos de Antonio Miró. Una de las novedades del libro era un anexo cronológico para que el lector ubicara las tendencias de cada década en su contexto histórico y cultural. Esperamos con interés esta reedición; la moda tiene que seguir siendo contada por quienes de verdad saben de ella.