Mango también se suma a esa especie de concienciación de las grandes empresas de moda por el medio ambiente y el respeto a la naturaleza, incluida la humana. Bienvenidas sean estas iniciativas después del metafórico tirón de orejas, al haberse confirmado lo que la gran mayoría intuía: la moda ocupa el segundo lugar en el ranking de industrias contaminantes del planeta. Sólo por detrás del petróleo.
Ya lo escribía en un artículo publicado aquí, en telademoda, el pasado 9 de agosto. Si supiéramos la cantidad de agua que se necesita para fabricar una sola camiseta, nuestro consumo sería más racional. O al menos lo intentaríamos. Para conseguir resultados, todos tenemos que poner de nuestra parte, la industria y el consumidor. Y en ello están algunas firmas.
Acabo de recibir de mis colegas de Finally Press toda la información sobre «Shared Moments», la campaña de otoño-invierno de Mango, donde las prendas para mujer, de inspiración bohemia, han sido creadas a partir de materiales ecológicos y reciclados. Un peldaño más en esta escalera de caracol hacia la sostenibilidad. Ya lo dice el refrán, poco a poco hilaba la vieja el copo.
Escocia es el escenario de la campaña, protagonizada por Anna Ewers, Rebecca Leigh Longendyke, Kaya Wilkins, Mathias Lauridsen y Hugo Sauzay. Las imágenes y el vídeo han sido capturados por el fotógrafo británico Glen Luchford, autor de emblemáticas instantáneas a lo largo de sus tres décadas de carrera en el mundo de la moda.
A la típica ambientación otoñal e intimista de la campaña, tan bien acogidas cuando se vuelven de las vacaciones estivales, se ha unido la música del escocés Donovan, encargado de dar vida a la banda sonora del vídeo con su éxito de 1968, «Hurdy Gurdy Man». Todo un canto a la nostalgia.
Una colección que recuerda a los años setenta tan traídos y llevados últimamente por tantos diseñadores. Las prendas de la línea femenina han sido confeccionadas a partir de tejidos ecológicos o reciclados como la lana virgen fabricada en empresas de energía sostenible, el «TencelTM», el georgette reciclado, el algodón orgánico y el «LyocellTM» sostenible.
Los diseños, de aire bohemio e inspiración viajera, se tiñen de una otoñal gama de tonos marrones, colores neutros y estampados de cuadros y de flores indias, en vestidos de aire retro, blusas románticas, faldas midi y plisadas, confortables maxiabrigos y capas de punto, y pantalones de estilo barrel; es decir, de pernera ancha. Accesorios como las botas altas y de tipo cowboy, o las bandoleras y los cinturones de estilo años 70, añaden personalidad al «look».
La propuesta para hombre incluye también confortables abrigos de cuadros en líneas sencillas, cazadoras funcionales, parkas, prendas clásicas, como las camisas vaqueras y los botines, y esenciales, como los pantalones de pana que se reinventan esta temporada en colores contemporáneos, como el blanco. Porque esta temporada todos daremos en el blanco. Y si es ecológico, mejor.