Mi primera chemise Lacoste (antes se decía así) me la compró mi madre en Fillol, una tienda de Algeciras. Una de esas tiendas que era una raya en el agua en la marejadilla comercial de aquellos años setenta, que querían despuntar, pero se quedaban mochos. Era un polo blanco de pico y la falda a juego, muy tenista, porque entonces servidora era una preadolescente que intentaba darle a la raqueta con no mucha fortuna. Ahora me entero que Lacoste está de aniversario y que para celebrarlo nueve casas francesas de postín le han homenajeado con un diseño adaptado a esta firma, creada en 1933 por el campeón de tenis y fundador de la compañía que lleva su apellido, René Lacoste.
De entrada hay que descubrirse ante una iniciativa tan loable. Que nueve maisons (que queda más fino) festejen el LXXX aniversario de otra de su entorno me parece cuanto menos inaudito por estos pagos. Claro que por estos pagos solemos ser muy cicateros con el triunfo ajeno. Y René Lacoste fue un triunfador no sólo en las pistas de tenis, sino en la moda. Porque la historia de Lacoste es la historia de un tenista al que apodaban El Cocodrilo no sólo por su agresividad en la cancha, sino por una apuesta que le hizo a su entrenador. Si resultaba vencedor en un partido decisivo le regalaría una bolsa de cocodrilo para llevar sus «herramientas» de trabajo.
Lacoste fue el primer francés que ganó el campeonato de tenis de Estados Unidos, en 1926, consiguiendo al año siguiente con su equipo la Copa Davis. Lacoste se quejaba continuamente de la incomodidad que suponía jugar con una camisa de manga larga, con puños y cuello. Su obsesión por darle a la raqueta con la agilidad que permite ir vestido sin ataduras le hizo fijarse en la liviana ropa que usaban los jugadores británicos de polo en la India: una camiseta larga de manga corta abierta y con cuello elástico.
Con ese patrón mandó hacer una camisa abierta en pico por delante, de manera que el cuello quedara separado y fuera más cómodo. El modelo gustó y empezó a fabricarlo para sus compañeros. En 1933 se asoció con André Gillier, propietario y presidente de la mayor compañía francesa de géneros de punto y los comercializó con el nombre de chemise Lacoste. El cocodrilo bordado en el pecho lo había diseñado su amigo Robert George. En la década de los cincuenta cambió el modelo por el actual, cerrado, con botones y cuello y en los sesenta introdujo rayas y amplió el negocio con más líneas: accesorios, zapatillas, vestidos….
Ahora que ya René Lacoste no está, falleció en 1996, su firma sigue ganando trofeos. Al frente, de director creativo está el portugués Felipe Oliveira Baptista que, para mi gusto, le ha dado un aire actual a la casa, sin perder ese espíritu deportivo que todas sus prendas llevan implícitas. El legendario reptil, uno de los logos más imitados en los últimos tiempos, cumple ochenta lustrosos años y para festejarlo firmas como Hermès le rinden tributo. La casa francesa de marroquinería de lujo por excelencia ha lanzado el bolso -maleta para llevar las raquetas, aquel que el tenista le prometió a su entrenador.
Boucheron ha añadido a su bestiario un broche con el cocodrilo en diamantes, un antojo de lo más apetecible. También se han lanzado dulces conmemorativos, donde el famoso reptil no puede faltar. Pero uno de los objetos que más me han llamado la atención es el de Baccarat. La selecta firma ha reproducido una ensaladera, el trofeo característico en el tenis, en cristal, estilo años 30. O sea, un lujo para los amantes de la belleza. El cocodrilo, a sus ochenta años, sigue, por tanto, gozando de buena salud y de muy buena prensa.
4 comentarios
Tengo guardado un polo de chemise Lacoste azul marino y lleva en el cuello tres rayitas con la bandera de España.
Me suena que puede ser de los años 1980 a 1985, pero me gustaría saber la fecha exacta de su lanzamiento.Si alguien me puede ayudar. Gracias
Recordáis aquella bromita que se solía hacer y que consistía en preguntar «muerde el cocodrilo» mientras se pellizcaba hábilmente, y la respuesta «no, da coletazos», acompañando la frase con un par de manotazos en cada mejilla del curiosón.
Me encanta como cuenta usted las historias. Es todo tan ameno, señora. Me encantaría conocerla a usted y charlar un ratito. Tiene que saber muchas cosas…
Yo también tuve un Lacoste de cuello de pico.Fue una colección que salió en 1976.La recuerdo perfectamente. Era un anuncio con dos modelos con raquetas enlas manos. Me ha encantado el post. Felicidades.
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