LAS BAILARINAS DE FERRAGAMO

por Clara Guzmán

La vida de Salvatore Ferragamo es de película. No sólo porque se convirtiera en el zapatero de las estrellas de Hollywood en su época de esplendor, allá por los años veinte del siglo pasado, sino porque su historia personal parece sacada de una cinta sobre superación, de esas que hoy están a la orden del día. Nacido en el pueblo napolitano de Bonito, en 1898, hijo de una humilde familia de agricultores, supo desde muy pequeño que su oficio sería echarle belleza y comodidad a los zapatos que llevaran su sello. Interesado por la anatomía del pie desde el principio de su carrera y en la creación de estilos innovadores, Salvatore comenzó a diseñar zapatos planos. El calzado con tacón sensato o «kitten»- los demasiados altos son una locura que a veces acaba con la salud del pie, a doña Letizia les remito-, y las bailarinas son los más demandados en la actualidad. Hoy traemos a telademoda la colección «pre-fall 2024» -de entretiempo-, una reinterpretación del modelo clásico de bailarinas Ferragamo.

«Este es el trabajo de toda mi vida: aprender a hacer zapatos que se ajustan a la perfección y no poner mi nombre en los que no son así. De modo que, por favor, más allá de la historia de un chico descalzo e ignorante que se ha convertido en un zapatero famoso concentren su atención en el placer que nace cuando se camina bien». Estas son las palabras finales que escribió en el prefacio de su autobiografía, que fue llevada al cine por Luca Guadagnino y presentada fuera de competición en el Festival de Cine de Venecia de septiembre de 2020. Las bailarinas son sinónimo de Ferragamo. Las estrellas de Hollywood de los años cincuenta las calzaban. Para Audrey Hepburn creó un modelo en 1954 que aún se conserva en la colección para homenajear el pasado de la actriz como bailarina de ballet. Entre sus clientas de la misma década se encontraban otras célebres bailarinas como Katherine Dunham, Alicia Markova, Anna Pavlova, Colette Marchand y Agnes de Mille. Además, Greta Garbo, Marilyn Monroe e Ingrid Bergman, para quienes diseñó bailarinas en 1960, se sumaron a su larga lista de clientas.

La bailarina más emblemática de los últimos tiempos es la Varina, presentada por primera vez en 2008, con un lazo de grosgrain (cinta acanalada de doble cara) y una placa metálica con el logotipo Ferragamo grabado. Los modelos de la colección «pre-fall 2024» son una reinterpretación contemporánea del diseño clásico y presentan una construcción en forma de pliegues en la puntera cuadrada. El motivo Gancini; o sea, el doble cierre tan característico de la marca, está situado en el empeine. Este modelo está disponible en piel con un efecto craquelado en negro, burdeos, rojo y azul. Por su parte, el de la nueva placa Vara, incluye una en denim, en versión bicolor negro y blanco o blanco y rosa y en brillante dorado. El diseño con la nueva placa Vara también lo encontramos con forma puntiaguda y en los colores negro, mascarpone, agua y camel. Por último, inspirándose en el modelo Varina, Ferragamo presenta una bailarina con forma de V y con el lazo Vara con un contraste de materiales y colores: lazo rojo sobre napa mascarpone, lazo de grosgrain de color nude sobre denim, y dos versiones en suave terciopelo en rosa y azul marino. Ya están disponibles en las boutiques de Ferragamo y en la web ferragamo.com. Y hay dónde elegir.

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